sábado, 28 de diciembre de 2013

INTERNATIONAL BAPTIST CHURCH in Costa Rica-UNAS NOTAS SOBRE LA REGENERACIÓN

YAHWEH IS SENDING 

YEHOSHUA AGAIN.

He will establish the Kingdom

 of God in this world.

ARE YOU READY???

"Carta abierta de Armando Zanolla"

UNAS NOTAS SOBRE LA REGENERACIÓN (3824 paliggenesi,a paliggenesia)

LECTURA BIBLICA:

5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
 6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
 7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
 Definición de regeneración evangélica por Lewis Sperry Chafer
En la Biblia la palabra «regeneración» se encuentra solamente dos veces. En Mateo 19:28 se usa en la renovación de la tierra en el reino milenial y no se aplica a la salvación cristiana. En Tito 3:5, sin embargo, se hace la declaración:
«No por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo».
‘Sobre la base de este texto, la palabra «regeneración» ha sido elegida por los teólogos para expresar el concepto de nueva vida, nuevo nacimiento, resurrección espiritual, la nueva creación y, en general, una referencia de la nueva vida sobrenatural que los creyentes reciben como hijos de Dios. En la historia de la iglesia, el término no ha tenido siempre un uso exacto, pero entendido correctamente significa el origen de la vida eterna, el cual se introduce en el creyente en Cristo en el momento de su fe, el cambio instantáneo de un estado de muerte espiritual a la vida espiritual’.

El versículo de Pablo a Tito, es el único versículo bíblico que habla directamente de la regeneración, en relación al hombre justificado, en la dispensación de la gracia. Este versículo nos habla primeramente de nuestra justificación Esto nos lleva al momento, usando la alegoría del olivo silvestre, de nuestra separación del sistema del mundo, de la separación desde el olivo silvestre. La metáfora nos explica como Yahweh, nos salvó del sistema del mundo. Pero esta salvación no fue el fin en sí misma, nos salvó para que viniésemos un día, a ser su herederos (v.7).
Esto no trasporta a otros dos puntos fundaméntale.
Primero: para ser heredero, tenemos antes, que ser insertados como niños en Cristo, en el olivo ‘cultivado’.
Segundo la savia silvestre que está en nosotros tiene que ser lavada o eliminada y sustituida por la savia del buen olivo.
Se necesita  una verdadera revelación espiritual por entender toda la verdad sobre estos dos puntos, en particular sobre este versículo que Pablo aporta.
El problema que se nota en la definición del Dr. Chafer y de otros Dr. Evangélicos, es el uso de la palabra ‘instantáneo’ o palabras similares.
Mientras en la mente del Dr. Chafer, ciertamente tenía claro, que esta palabra indicaba el momento del comienzo de la nueva vida, es sumamente importante para el autor, la necesidad de aclarar y ampliar este concepto, de lo que pasa en la realidad, después de este momento.
Cuando hablamos de un ‘cambio instantáneo, de un estado de muerte espiritual, a la vida espiritual’ estamos hablando del concepto de la vida eterna.
¿Cómo podemos esclarecer lo que pasa en la realidad?
Podemos usar para comenzar, de cómo se forma una vida en un embrión humano. Antes de la concepción, no existía una vida humana formada, pero debido a la unión de un espermatozoo masculino y un ovulo femenino, hubo un cambio instantáneo, y se produjo una nueva vida. Esto me parece lo que significa la definición del Dr. Chafer.
Los que leen esta definición tiene el derecho de saber que es solo esto lo que significa la palabra ‘instantáneo’.
Es lo que pasa después de este evento, que es el punto, que no concierne en este escrito. Entre una primera forma de vida humana, hasta tener un hombre maduro, pasa un considerable lapso de tiempo. Esta es la visión, que el autor, quiere que reciba el lector, a que se interesa de su  vida espiritual.
Si tomamos la alegoría de un inserto, desde un olivo silvestre, (El momento de morir al sistema del mundo) a un ‘buen olivo’, en el momento del inserto, se produce ciertamente un inicio instantáneo, de una nueva vida, (El bautismo del Espíritu) pero hasta que esta ramita pueda crecer y producir fruto, ciertamente pasará un considerable periodo de tiempo (El día de la huiothesia).
Es por esto motivo de la frase del apóstol Pablo, cuando dice en Gatatas 5:19:

19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,

Es en este contexto, que ahora, podemos entender más claramente de que está hablando el apóstol Pablo con el de que ‘viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna’.

Según el autor, este versículo a Tito,  ha sido un fundamental tropiezo del fundamento de toda la teoría evangélica, respecto a la regeneración del corazón del hombre. La principal teoría evangélica, es que la regeneración, es sinónimo del nuevo nacimiento, lo cual es correcto, pero los evangélicos dan por entender, que en el nuevo nacimiento, se cumple al mismo momento puntual,  nuestra total regeneración.
Es por esto, que afirman erróneamente que, cuando recibimos la vida eterna, recibimos también al mismo tiempo, la adopción, la cual implica, recibir los derechos de la heredad prometida. Afirman que el lavamiento de la regeneración y la renovación en el Espíritu Santo se cumplen totalmente en el creyente al mismo tiempo del nacer de nuevo, o esto se entiende popularmente en el ambiente evangélico.
Debido a estas afirmaciones, los evangélicos han llegado, por el autor, a unas conclusiones trágicas, concerniente a la vida espiritual experimental del nuevo hombre y de consecuencia estos, viven sus vidas de una manera pasiva ya que reciben todo en el nuevo nacimiento. No captan la extrema urgencia de crecer de su estado de niños en Cristo, hasta llegar a ser unos huiós de Dios, con todos los derechos.

Para intentar esclarecer este ‘caos’ vamos a usar la alegoría en romanos 11:24 que dice:

R60 romanos 11:24 Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?

Y la parábola de Yehoshua en Jn. 15:5 que dice:

5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

En romanos, vemos que el hombre natural, fue insertado desde el olivo silvestre, al buen olivo. Aquí hay dos acciones:

1.      El Labrador corta una ramita desde el olivo silvestre. (El bautismo de la crucificación juntamente con Cristo)

En esta acción primeramente, está implicada nuestra separación del sistema del mundo, representado por el olivo silvestre. Desde este momento ya no recibimos su ‘savia’ corrompida, que nos alimentabas. Debido a esta separación, somos salvos del sistema del mundo y redimidos de esta situación y aptos para ser justificados, por medio del sacrificio del hijo del hombre. Es necesario entender claramente que en el momento del corte, toda la ramita cortada, incluida su antigua savia en ella, es totalmente justificada por los méritos de Cristo. Los pecados que se pueden producir en su próximo futuro, ya están plenamente justificados, desde el momento del corte.

2.      El Labrador nos inserta en el buen olivo.

El buen olivo representa primeramente el nuevo hombre, la cual cabeza, es Cristo.
En segundo lugar, esta acción, representa nuestro nacer de nuevo y recibir el don de la vida eterna (El bautismo del Espíritu Santo en Cristo). Nacer de nuevo, no representa un nuevo ser, que ya tenga todas las capacidades necesarias, para producir fruto, desde el mismo instante que ha nacido.
Este nacer de nuevo, representa un hijo legítimo, en calidad de ‘niño en Cristo’, que comienza el proceso de la regeneración, obrada por el Dios Triuno, donde el Espíritu, tiene el papel predominante.
Todo el mundo puede entender, que una ramita recién insertada, es más bien muerta que viva. Esta ramita necesita primeramente curar la zona del corte, para que la nueva savia pueda penetrar en ella, y poco a poco remplazar la savia antigua, con la nueva. De hecho los primeros brotes, serán el resultado de la savia antigua, y esto es lo normal que pase en el niño en Cristo. Estos brotes representan rebelones, en forma de pecados, que todavía la ramita insertada puede producir.

Desde esto momento pueden pasar dos situaciones:

1.      El inserto se muere.

En esta situación, la ramita es inútil al Labrador, el cual la corta y es echada al fuego. Esta alegoría representa que el niño en Cristo, está rechazando la savia del buen olivo, con el resultado, de ser inservible a Cristo. Ciertamente heredará la vida eterna, pero solo como por el fuego. Este niño en Cristo, nunca llegará al status de un huiós de Dios. No podrá hacer parte, ni del nuevo hombre, ni ser parte de la novia de Cordero, ni de los vencedores, ni de la nueva Jerusalén, ni de los vencedores. Su destino es servir en el ‘atrio’ del templo (En la creación). Esto es debido por qué, no dejó al Espíritu, dejar formar Cristo en él. Su ‘yo’ se puso en oposición al Espíritu, de tal manera, que el Espíritu no pudo progresar en su labor de lavamiento y de regeneración, debido que su voluntad, nuca igualó la voluntad del Espíritu.

2.      El inserto comienza a crecer y dar fruto.

 El Labrador lo poda, para que crezca más, y pueda dar fruto en abundancia. Esto representa nuestra completa filiación, con la seguridad de una herencia incorruptible (El día de la huiothesia). La ramita que crece y da fruto representa un Huiós de Dios, que un día, juntamente con Cristo, podrá devolver el Reino al Padre. El futuro escatológico del huiós, es servir a Yahweh cara a cara por la eternidad. Esto es posible, porqué solo el huiós de Dios, puede tener la imagen de Cristo y solo los que tienen esta imagen formada en ellos, pueden servir a Yahweh cara a cara.

El fallo evangélico, es asumir que una vez que la ramita es cortada e insertada, está ya plenamente competente para producir fruto, no contempla el libre albedrío, que tiene el niño en Cristo, o el teknión o el paidion. Esto albedrío, pueden rechazar la nueva savia y hacerse inservible para Cristo, debido que sus voluntades, no concordaron con la voluntad de Dios, y se quedan estancados en la vida del niño en Cristo. La voluntad de Yahweh es limitada siempre por nuestra voluntad, solo por medio de una oración pura, en concordancia con la voluntad de Cristo, la savia del olivo cultivado puede avanzar en la nueva ramita. Él Espíritu vivificante nunca puede avanzar en solitario, Él siempre espera que la voluntad de sus niños, o huiós concuerde con la Suya. Cuando esto pasa, Satanás se encuentra más y más derrotado, y la vida del Hijo del hombre, puede progresar en la ramita, para que un día pueda hace parte de una misma heredad para Cristo, y de la misma gloria del Unigénito hijo de Dios en la eternidad, como primogénito del nuevo hombre en la nueva creación. La savia del olivo cultivado, la penetra en la ramita insertada, la cual es Cristo, es nuestra santificación. Nacimos de nuevo como teknión según Juan, en esto estado, nuestra santificación, que es Cristo, comienza a penetrar en nosotros. Como Paidion, o niños en Cristo, progresamos hacia una mayor santidad, para culminar como huiós de Dios, cuando Cristo está formado en nosotros. Es cuando nuestra santificación, hace posible nuestra consagración y unción, como huiós de Dios y comenzamos a tener desde este momento, el fruto agradable para Cristo y para el Padre.
Es en esta situación, que en verdad, podemos ministrar plenamente al Señor, cuando Cristo es formado en nosotros. Cuando hemos sido consagrados y ungidos, podemos ministrar a Yahweh cara a cara, nuestra más preciosa grosura, que es la vida de Cristo formada en nosotros. Está bien ministrar en el atrio, pero nuestro anhelo mayor es ministrar a Dios, en el lugar Santísimo, con nuestra pertenencia más preciosa, no solo para nosotros, más también para nuestro Padre que es Cristo formados en nosotros. De hecho, lo único que puede satisfacer al Padre,  es la plenitud de Cristo, formado en nosotros.
El padre no nos necesita para cumplir su voluntad en la Iglesia, la única ayuda que Dios contempla para llevar adelante su Iglesia, es Cristo formado en el nuevo hombre. Si tenemos Cristo formado en nosotros y lo ministramos al Padre como nuestra vida, conscientes, que solo por medio del Él, la Iglesia seguirá su curso, entonces y solo entonces, podremos estar más que confiados, que la Iglesia prosperará, porque si presentamos a Dios, Cristo, le presentamos su misma Gloria, y todo esto solo puede ser por medio de la fe, que Cristo está obrando, para que Su savia, penetre en profundidad, en el corazón del niño en Cristo.
Nuestra redención y nuestra santificación serán completas cuando también nuestro cuerpo mortal será redimido el día que ascenderemos al cielo.
Según 1 Juan 2:12-13 somos teknión, en el momento de nuestra justificación. Somos paidion, al nacer de Nuevo y no hay dudas alguna que somos huiós, en la huiothesia, como se afirma en Gálatas 4:5,6.

5 a fin de que redimiera a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos la filiación de hijos.
 6 Y porque sois hijos (huiós), Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo (huiós) a nuestros corazones, clamando: ¡Abba! ¡Padre!

Al llegar a ser huiós, el nacido de nuevo, puede hacer parte activa del nuevo hombre ya de manera permanente.

En nuestras iglesias, podemos ver, cómo millones de millones de creyentes, rechazan la nueva savia, y son inservibles por la Iglesia, que es el nuevo hombre, debido que rechazan la luz espiritual, que tiene el poder para poder ver, y poder entender  toda la verdad.
A pesar de estas evidencias, los evangélicos, insisten en su postura, y siguen produciendo millones de millones de niños en Cristo que se mueren, sin entender que entrarán en el Reino de Dios, solo por el fuego, en calidad de niños en Cristo, perdiendo la oportunidad, de ser directamente útil al Dios Triuno, cara a cara en el ‘lugar santísimo’.

Vamos ahora a tratar de entender, las dos siguientes definiciones el versículo de Pablo en Tito:

1.      ¿En qué consiste el LAVAMIENTO DE LA REGENERACIÓN?
2.      ¿En qué consiste LA RENOVACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO?

1.      El lavamiento de la regeneración consiste, usando la alegoría de la savia de olivo silvestre,  lavar esta savia silvestre, o mejor eliminar esta savia, de la ramita recién cortada. Debido que la ramita, ya nos es unida al olivo silvestre, ya no se puede alimentarse de él, para remplazar la savia eliminada por el lavamiento del Espíritu. El niño en Cristo, es llamado a creer diariamente, como totalmente reales, todas las obras realizadas por Cristo a su favor. Cuando esto pasa, es cuando la voluntad del niño Cristo, concuerda con la voluntad de Cristo, y la savia que es el Espíritu de Cristo puede avanzar en la ramita, que representa al niño en Cristo. Esto es el lado positivo del lavamiento. Hay también un lado negativo y es por medio de pecados, producidos por la misma savia silvestre. Cuando estos pasa, usa lo que es la savia del olivo silvestre, que está en la ramita consumiendo lo que queda en ella. En cada caso seas positivo o negativo, cada día que pasa, esta savia silvestre, se encontrará en menor cantidad en la ramita, y cada día más, tendrá meno poder en el niño en Cristo.

2.      La renovación del Espíritu Santo consiste, que mientras tanto, que la savia silvestre es eliminada, por medio del lavamiento, su lugar es ocupado inmediatamente, siguiendo la misma alegoría, por la savia del ‘buen olivo’, que es la figura del Espíritu de Cristo, donde en Él reside, toda la plenitud de la Deidad del Dios Triuno. Tal vez podemos entender, que cuando esta savia ‘cultivada’, tiene la supremacía, es el momento de tener la posibilidad de poder crecer y producir el buen fruto, para llegar al momento de la huiothesia, en la experiencia del niño en Cristo. Más el Espíritu penetra en el corazón del niño en Cristo, más puede progresar la santificación, en su experiencia humana, debido que solo el Espíritu es nuestra santificación. Esta no es lograda por nuestro esfuerzo, nuestra diligencia, nuestra disciplina, o por la negación de nuestro yo; la verdadera santificación, solo la logra Cristo en nosotros, cada día en mayor cantidad, según su voluntad. Es verdad, que desde la perspectivas de Dios, todo ya está cumplido, pero desde la perspectiva humanas, esta verdad espiritual, tiene que realizarse paso a paso, en nuestra experiencia humana.


La huiothesia experimental del niño en Cristo, es el momento más esperado por el Dios Triuno, en toda la vida terrenal de la ramita, la ‘huiothesia’, es el momento eminente de la filiación eterna, donde ya el yo del hombre, está bien sujeto, a la voluntad de su Creador.
Es el momento culminante de la obra del Soberano, en el hombre en esta tierra, un hombre una vez perdido y ahora hallado.
Es el momento, donde el Padre, le otorga el derecho soberano, sobre todo lo que Él tiene, debido que, desde este momento, el huiós puede decir, que ‘conoce’ a Cristo, debido que  está viviendo íntimamente en él, en supremacía.
Es el momento, que el huiós, es presentado oficialmente a su novio, con todos los derechos de casarse pronto con él.
Es el momento, de ser considerado, por el Dios Triuno, como unos de los vencedores.
Es el momento, de ser considerado, por el Dios Triuno, parte de la nueva Jerusalén.
Es el momento, de ser considerado, por el Dios Triuno, parte permanente del nuevo hombre.
Es el momento, de conocer en parte, al Dios Triuno, cara a cara.
Es el momento, de hacer parte oficial de las Iglesia, de manera permanente.
¿Esto es todo? ¡De ninguna manera!
Hemos mencionado: ‘cuando esta savia ‘cultivada’ tiene la supremacía’ pero aun no la tiene ‘toda’.
El huiós, desde esto momento, solo conoce en parte al Dios Triuno, y el Dios Triuno, solo conoce en parte, al nuevo huiós, hay todavía mucho camino por a delante, para poder vivir lo que dice Pablo en Ef. 3:16-19:

16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Nunca en nuestra vida terrenal, llegaremos al conocimiento pleno del Dios Triuno. Estar llenos de toda la plenitud de Dios, no es solo tener Cristo formado en nosotros, es tenerlo formado al cien por ciento. Aquí en la tierra, no llegaremos a la plenitud de esta meta, pero a pesar de todo, esta es nuestra más gloriosa meta, la cual se consumirá en los cielos, para todos los gloriosos huiós de Dios.

¿QUE TE PARECE, Y QUE VA HACER AL RESPECTO?

ARMANDO ZANOLLA

Berlín, el 25 de diciembre del 2013
Revisión Berlín el 29 de diciembre del 2013
Revisión Berlín el 31 de diciembre del 2023

Revisión Berlín el 05 de enero del 2014

viernes, 8 de noviembre de 2013

INTERNATIONAL BAPTIST CHURCH in Costa Rica-LA SANTIDAD, LA JUSTICIA, Y LA GLORIA DE DIOS

YAHWEH IS SENDING 

YEHOSHUA AGAIN.

He will establish the Kingdom

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"Carta abierta de Armando Zanolla"

LA SANTIDAD, LA JUSTICIA, Y LA GLORIA DE DIOS

La santidad y la justicia se manifestaron en el lugar Santo, mediante la sangre.
La gloria de Dios se manifestó en el lugar Santísimo, mediante la grosura.
La sangre se ofrece a causa de la santidad y de la justicia, y el objeto, es la creación.
La grosura se ofrece a causa de la gloria de Dios, y el objeto, es el Dios Triuno.
Hay solo dos tipos de pecado voluntarios:
1-    No obedecer  a Sus mandamientos. Él da una orden, y nosotros nos rebelamos a ella y no nos sometemos a nuestro Creador. Es un pecado de rebelión.
2-    Hacer algo, que Él no ordena. Es un pecado de vanagloria.
El primero, es no hacer algo que Él dice.
El segundo es hacer algo que Él no dice.
Es muy fácil reconocer el de no hacer las cosas que el Señor nos dice, debido que tenemos la Ley escrita en nuestras conciencias.
Pero parece, que nos es muy difícil, reconocer de hacer algo, que Él no nos dice de hacer, debido que nuestra consciencia nos no delata abiertamente.
Para solucionar el primer problema, el de la rebelión, necesitamos que Cristo sea formado en nosotros, que seamos considerados, huiós de Dios, ungidos y consagrados.
Para solucionar el segundo problema, el de la vanagloria, tenemos que permanecer constantemente en la presencia de Señor. Esto permanecer, significa no moverse. Es detenerse y saber esperar una orden del Señor, que puede llegar, de diversas maneras, como leyendo su “Rema”, orando fervoramente a Dios, por medio de un hermano o amigo, o simplemente por medio de una situación.
Esta espera en la presencia del Señor,  trata de ministrar al Dios Triuno. El objeto de esta espera, es Dios. Estar en el lugar Santísimo, es la figura de estar en la presencia del Señor, donde Él recibe nuestra oración y adoración, que es la fe, en la Gracia, bajo prueba.
Solo los Levitas de la casa de Aarón, hijos de Eleazar, hijos de Sadoc, podían hacer esto, y ellos representan a los miles de millares, a los vencedores,  a los huiós de Dios, al nuevo hombre, a la Iglesia, a la esposa del Cordero, al cuerpo de Cristo.
Todos los otros Levitas que ministraban en el Templo, son los millones de millones, que fueron la figura, de los niños en Cristo, en la dispensación de la Gracia.
El nuevo hombre, con Cristo formado en él, sabe esperar, mediante la fe, en la presencia del Señor, porqué ha entrado en su reposo. Si el Señor no le comunica nada, nada hace, sino seguir esperando, en su presencia, en ferviente oración y adoración. Espera delante de Él, a veces por horas, a veces por días, a veces por semanas, a veces por meses, y a veces por años, pero siempre en ferviente oración y adoración, en reposo y paz espiritual, él no tiene ninguna prisa, a menos que el Señor lo ordene.
La soledad, el aislamiento, el destierro, la exclusión, no es un problema para él, debido que sabe, que estar  en la presencia del Señor, y sabe recibir de Él, todo lo que él necesita. Esta situación, no es no hacer nada, es ministrar en fe, al Señor de Señores, y al Rey de Reyes, ofreciéndole la grosura y la sangre. Es de este modo, que se puede ofrecer al Dios Triuno, toda la gloria que se merece.
Pero: ¿Cómo es que podemos estar en la misma presencia de Dios?
Antes de poder ser huiós de Dios, ungidos y consagrados, hemos tenido que pasar por la etapa, de ser niños en Cristo. Hemos necesitado, que la sangre del Cordero inmaculado fuera derramada para nuestra redención y nuestra justificación, rasgando el velo, en el Santuario. A pesar que el camino, fue abierto por Cristo, en el lugar Santísimo, el niño en Cristo, ha necesitado la obra de la regeneración, para poder tener Cristo formado en él y solo entonces, pude estar en la presencia del Señor, sin quemar fuego extraño, delante de Él.
Todos lo que pueden estar en la presencia del Señor para glorificarlo, tiene que satisfacer las exigencias de la santidad y de la justicia de Dios.
La santidad, porque esta, es la naturaleza de Dios.
La justicia, porque esta, es la norma que Él tiene.
La gloria, porque esta, es el estado que el Dios Triuno, se merece.
No podemos ministrar al Señor, como niños en Cristo, solo lo podemos, como huiós de Dios. Cuando Cristo, está formado en nosotros, y el requisito de la santidad del Dios Trino, se pudo derramar totalmente en nosotros, al terminar la regeneración experimental subjetiva. Es cuando, el niño en Cristo, recibe la promesa más gloriosa, que es la filiación, que lo hace, huiós de Dios, y parte efectiva, del cuerpo de Cristo.
A los niños en Cristo, le encanta a servir en el atrio, donde todos pueden ver lo que hacen, les encantan servir a la luz, de todos, los que les rodean, y así poder recibir su recompensa. Debido a no haber creído, que Cristo le ofrece mucho más, serán relegados, a entrar en el Reino de los Cielos, como por el fuego, en calidad de invitados, de servidores en la creación, pero no, come parte de los huiós victoriosos, que servirán al Dios Trino, cara a cara.
A los huiós, no le interesa servir en el atrio del Templo, porqué tienen algo con un valor inmensamente más grande que servir, que es, ministrar al mismo Creador, ofreciéndole, lo más preciado de los sacrificios, la grosura y la sangre, que son parte de la figura del espejo de la fe, de toda la Gracia Divina, sabiendo esperar en Él siempre, en su reposo en oración y alabanza en todo momento.

¿QUE TE PARECE Y QUE VAS HACER AL RESPECTO?

ARMANDO ZANOLLA



Escazú 22 de octubre 2013

lunes, 16 de septiembre de 2013

INTERNATIONAL BAPTIST CHURCH in Costa Rica´- CRISTO CRUCIFICADO - EL VIEJO HOMBRE - LA CARNE - EL MUNDO

YAHWEH IS SENDING 

YEHOSHUA AGAIN.

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CARTA ABIERTA


CRISTO CRUCIFICADO EN GALATAS

Lecturas: Gal. 3:1; Gal. 3:25; Gal. 4:22-26; Ga. 6:14;  Ro. 11:17-21; Jn. 15:1-6; 1Co. 3:13; Hebreos 11: 32-34;

En Gálatas 3:1 Pablo dice:
LBA Galatians 3:1 ¡Oh, gálatas insensatos! ¿Quién os ha fascinado a vosotros, ante cuyos ojos Jesucristo fue presentado públicamente como crucificado?

La crucifixión de Cristo indica que los requisitos de la ley han sido cumplidos por la muerte de Cristo, y en su resurrección el enfoque ya no es que nosotros cumplamos los mandamientos en sí, que es el lado negativo de una relación, más, el enfoque es que Cristo desea que su vida se forme completamente en nosotros, como huiós de Dios, para que Él pueda proveer no solo el cumplimiento de sus mandamientos, mediante la fe en Él, más también, como huiós, poder ver la ética Divina en acción en nosotros, mediante el Espíritu que vive con poder en nuestro corazón.
Por la sangre del Cordero, nuestra ramita que hacía parte del olivo silvestre, es  insertada (Que simboliza el bautismo espiritual) en el cuerpo de Cristo, para satisfacer las demandas de Dios Padre, y esta satisfacción la tiene plenamente, por la sangre de Cristo, Él cual, entregó su vida para la redención de la entera creación, y esto nos incluye a mí y a ti. Esto es el momento del corte desde el olivo silvestre (Nuestra muerte espiritual); es el corte de lo que representa el mundo, es el corte de lo que representa el pecado, es el momento de nuestra redención y justificación.
Dios Padre sigue su obra y una vez redimidos y justificados, nos inserta en el olivo cultivado, que representa el bautismo espiritual en el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, la novia del Cordero, la nueva Jerusalén, el Nuevo Hombre. 
El creer en este hecho, no se origina en el hombre, más bien en la voluntad del Padre Celestial. Este es el momento de recibir la vida eterna. Esta nueva ramita, recién insertada, es un nuevo niño en Cristo, que en los planes de Dios, un día en esta tierra, llegará a ser considerado un hijo maduro, un huiós de Dios, que puede hacer parte activa del cuerpo de Cristo de manera permanente, con el objetivo de poder, un día, devolver el Reino al Padre Celestial juntamente con Cristo.
En la transición desde ser un niño en Cristo, a ser un huiós de Dios, el niño, se enfrenta a unas multitudes de conflictos. De una parte la ramita, ha sido redimida y justificada e insertada en el nuevo olivo cultivado, que es la figura de CRISTO, EL ESPIRITU VIVIFICANTE, y representa EL DIOS TRIUNO, que va a fluir su vida, en la savia de la ramita recién cortada. De otra parte la ramita, después del corte del olivo silvestre, el nuevo inserto silvestre, tiene todavía en su experiencia, en él, la savia de este olivo, a pesar que haya sido insertado en el cuerpo de Cristo, que le suministra, de ahora en adelante la nueva savia, la nueva vida.
Este tiempo de transición entre ser niños en Cristo, a ser un Huiós de Dios, consagrados, ungido y coherederos con Cristo, depende de cada individuo; puede llevar pocos, o muchos años. En estos años, poco a poco la savia de DEL ESPIRITU VIVIFICANTE penetra cada día más en el niño en Cristo, hasta el día, que Cristo esté formado en la nueva ramita, de manera suficiente para crecer y dar fruto, pero principalmente, con el fin de terminar el Nuevo Hombre, la cual cabeza es Cristo, para que una vez arrebatado al cielo, pueda derrocar el poder del maligno, para recobrar el Reino de Dios perdido, debido a la caída de los ángeles y del primer hombre.
Los pecados cometidos, por la ramita insertada, en este periodo, después del inserto, ya están abundantemente justificados, debido a la razón, que en el momento del corte del olivo silvestre, toda la rama, ya fue totalmente justificada, juntamente con la savia antigua, que todavía estaba en ella, la cual tiene en ella, el potencial de producir futuros pecados en la vida del niño en Cristo.
Si consideramos juntamente la alegoría del olivo silvestre en Ro. 11:17 ss., y la de la viña de Juan 15 ss. Vemos algunas lecciones importantes.
De una parte tenemos el Labrador, que poda las ramitas, que han recibido la savia de DEL ESPIRITU VIVIFICANTE, EL DIOS TRIUNO, para que puedan producir fruto en abundancia y crecer.
De otra parte tenemos los insertos que se ha secado, los cuales, el Labrador los corta, para que sean quemados.
¿Qué quiere decir todo esto?
En los insertos secos, el Señor puede ver, en su sabiduría y omnisciencia, que tienen problemas tan grandes, que le será imposible producir fruto, le será imposible, que la vida de Cristo pueda formarse plenamente en ellos para que pueda llegar un día,  a ser un glorioso Huiós de Dios (Más conocido como el nuevo hombre espiritual). Las únicas ramitas que pueden producir futo agradable para el Señor, son las que la vida de Cristo se van formado.
Las ramitas que se oponen a la nueva savia, obviamente se secan y serán cortadas y quemadas, del olivo cultivado, por qué no tienen ninguna función en Él y nunca podrán progresar debido que la voluntad del niño en Cristo no quiere encajar a la del Espíritu. Entraran ciertamente en el cielo, pero solo, como por fuego. Serán los millones de millones (Dan. 7:10), que tendrán un lugar de servicio en atrio, que representa la creación y que asistirán como invitados a la boda del Cordero, pero no podrán servir a Yahweh jamás a cara a cara, como los millares de millares (Dan. 7:10) que servirán en la presencia de Señor.

Pablo en 1 Co. 3:13 dice:

15 Si la obra de alguno es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo, aunque así como por fuego.

La obra de Cristo, que incluye, la obra de Dios, Cristo y el Espíritu en  la cruz, la redención, la salvación, el perdón, la filiación y la vida eternaes expuesta claramente en el Evangelio. Estas obras, al oírla, tendrían que producir la fe que caracteriza a los que creen en Cristo y los distingue de los que todavía sienten la necesidad como hombres capaces, de guardar a la ley o parte de la Ley, para que el Señor le sea propicio. Para todos ellos los misterios de la Palabra siempre serán incomprensibles debido que su espíritu no está en conectado con el Espíritu de vida.
Así, muchas veces, los niños en Cristo, les parece bien, añadir sus buenas obras, debido a su impaciencia en ver resultados en ellos, y no saben esperar que el Espíritu Vivificante lo haga para ellos, a partir del día de la huiothesia. Es cuando,  su ramitas de secan, debido a obras que no se originan en Dios. Las obras antes de la filiación, producen sequía en el inserto, haciendo imposible que la vida de Cristo penetre en el inserto. Las 'buenas' obras  principalmente, son las antagonistas para que la nueva savia, pueda penetrar e impartir nueva vida.
La “savia” de Cristo, encuentra mucha resistencia en entrar en una ramita recién insertada y esta se encuentra por un tiempo, produciendo todavía brotes del olivo silvestre. Estos aparecen en forma de pecados. 
El niño recién nacido, se espera que una vez insertado, ya todos sus problemas sean resueltos, pero constata que no los son, y muchos piensan que el Señor necesita una ayuda, en toda esta obra. Es por esto, que muchos vuelven a intentar a cumplir con los requerimientos de la Ley, poniéndose otra vez, bajo el poder de la Ley, que es el pecado, y vuelven a ponerse bajo al presente siglo malo, que de una manera representa la religión Judía y de una forma más amplia, representa una sección del cosmos de Satanás y su sistema mundano.
Si Dios quisiera que volviéramos estar bajo el poder de la ley, y si nosotros pudiéramos guardarla, no habría habido la necesidad de que Cristo hubiera sido crucificado. Pablo declara en Gálatas 2:21:

“Si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.”

Es importante, que no perdamos de vista el motivo principal de la muerte de Cristo, que fue rescatarnos del siglo  malo, ósea de la manera humana de hacer algo por Dios, para que Yahweh, se vea en la necesidad de justificarnos, o que pueda demostrarnos a nosotros mismos que somos hijos de Dios. Estas obras, son como quemar fuego extraño delante de Dios. No hay la necesitad, que NOSOTROS,  hagamos obra piadosas después de la cruz, debido que todavía somos niños en Cristo y la savia del olivos silvestre todavía está en nosotros. Tenemos que esperar hasta cuando la vida de Cristo sea  formada en nosotros y seamos consagrados y ungidos por Dios Padre como huiós de Dios. Una vez que esto sucede, entonces como huiós de Dios, será Cristo que toma la rienda de nuestra vida, no solo cumpliendo con todo que representa la Ley, mas también para producir el fruto agradable a sus ojos. 
Hermanos y hermanas, no tengamos prisas, todos los patriarcas y todos los santos del antiguo testamento, tuvieron la necesidad de esperar, y solo en calidad de “adultos” pudieron ser más que victoriosos, pero antes de esto, la savia del olivo silvestre produjo en ellos serios problemas como hace entender el escritor de Hebreos en 11: 32-34:

32 ¿Y qué más diré? Pues el tiempo me faltaría para contar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas;
 33 quienes por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia, obtuvieron promesas, cerraron bocas de leones,
34 apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada; siendo débiles, fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra, pusieron en fuga a ejércitos extranjeros.

Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, tuvieron muchos problemas después de ser justificados pero después produjeron fruto agradable al Señor.
El punto principal de todo esto, según el libro de Gálatas, es que, si uno ha aceptado la justificación por la fe en Cristo, y después en su mente, vuelve a intentar a cumplir con la Ley mediantes sus esfuerzos, poniéndose bajo su poder, sea solo en un mandamiento y peca, se encuentra como infractor de toda la Ley y sin nadie más, para poder ocurrir, para justificar sus pecados debido que se ha apartado de la Gracia. Se puede comparar a la autosuficiencia, a la vanagloria de Satanás.
Mientras, si pone fe, que su ramita ya fue totalmente justificada, entenderá que no necesita intentar hacer  más nada para el momento por Dios, para serle agradable. Él, ya ha sido propicio. El Señor sabe que es un niño en Cristo, pero sabe también que su savia está trabajando con poder, para eliminar de él la savia del olivo silvestre, y hacerlo de esta manera totalmente libre y dispuesto para comenzar a crecer y poder entonces dar fruto.
Hago un llamamiento a todas las denominaciones legalistas, para que consideren seriamente el libro de Gálatas, para que puedan interpretarlo a la luz de la verdad.
Necesitamos ver otro aspecto entre la Ley y la Gracia. En Gálatas 4:22-26 dice:

22 Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la sierva y otro de la libre.
 23 Pero el hijo de la sierva nació según la carne, y el hijo de la libre por medio de la promesa.
 24 Esto contiene una alegoría, pues estas mujeres son dos pactos; uno procede del monte Sinaí que engendra hijos para ser esclavos; éste es Agar.
 25 Ahora bien, Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, porque ella está en esclavitud con sus hijos.
 26 Pero la Jerusalén de arriba es libre; ésta es nuestra madre.

La posición de Sara, era estar bajo la Gracia y la de Agar bajo la Ley. Esto indica que la Ley no tiene nada que ver con la Gracia, ni puede. De hecho la Gracia podía decir a la Ley: “Vete”. Es lo que hizo Sara con Agar. Agar nunca tuve posición, dentro los planes de Dios, respecto a la Gracia. Al obligarse a usar el hombre natural, para cumplir un propósito de Dios, que hace parte de la Ley, uno se pone en la posición de la concubina, y cuando se hace esto, se pierde la posición de la Gracia y el inserto se seca. La Ley está relacionada al pecado, la Gracia está relacionada a la fe, y estos factores, no se puede mezclar.
Lo que Dios establece, solo lo puede cumplir Cristo y sus huiós, cuando la vida de Cristo, está formada en ellos, y lo será en esta tierra, cuando llegaremos tener la posición de Huiós de Dios, el día de nuestra huiothesia. Entonces podremos ver, la perfecta voluntad de Dios cumplida en nosotros mediante la vida del Espíritu Vivificante, que es el Dios Triuno en nosotros, el cual si, puede cumplir, no solo toda la Ley, más también producir el buen fruto.
Si un niño en Cristo, pretende cumplir la Ley con sus fuerzas, para que se cumpla la justicia de Dios en él, caerá de la Gracia, y volverá bajo el poder de la Ley, se secará y Dios Padre tendrá que cortarlo del cuerpo de Cristo, y echarlo al fuego, a menos que se dé cuenta del problema, ratifique su actitud, confiese su pecado y sepa esperar que la vida vivificante de Cristo, termine de formarse en Él. Porque de esta forma es como dice Pablo en:

En Gálatas 3:25:

“Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo”.

¡Claro está, cuando recibimos de Dios la “huiothesia” como “Huiós” legítimos con derecho a una herencia incorruptible! El niño en Cristo, tiene que tener esta visión y esta esperanza, y tener la paciencia para que la obra del Dios Trino, se cumpla en Él, antes de intentar de hacer cualquier buena obra, por medio de una savia todavía contaminada con el olivo silvestre, que todavía está en él en su experiencia.
Estas obras, es lo que Yahweh más aborrece, debido que invalidan toda la obra de rescate que él tiene preparado, antes de la fundación del mundo por toda la creación. El poder de la Ley, que es el pecado, ya ha cumplido su propósito, hay que dejar que la Gracia cumpla lo suyo también. Tenemos que tener claro en nuestra mente, que Cristo murió por nuestros pecados y debido a esto nos ha redimido, pero también, que ha muerto por nuestros pecados para que seamos justificados. Su muerte implica para nosotros redención y justificación, esto es el estado de nuestra ramita una vez cortada del árbol. Es salva, del sistema del mundo Una vez insertada, en el olivo cultivado, nacimos de nuevo, con todo lo que implica, para recibir un día de nuestra vida, la “huiothesia” que nos hace “Huiós” del Hijo de Dios, para recibir la heredad prometida, ser arrebatados, para ser la esposa del Cordero y ser un cuerpo espiritual, el Nuevo Hombre, que tendrá poder para arrebatar el Reino de las manos de Satanás.
Cristo, mediante la cruz, crucifica al viejo hombre, (Que es nuestro bautismo de muerte) que es la figura de la separación desde el olivo silvestre. Una vez insertados en el olivo cultivado, la savia de la vida de Cristo, (Que es nuestro bautismo para una vida nueva) se encarga a crucificar el viejo corazón de piedra, que es figura de la savia que quedó en la ramita después del inserto, en nuestra experiencia diaria. Crucificar lo que representa el pecado y el mundo (El olivo silvestre) es instantáneo, crucificar el corazón de piedra perdura por un tiempo, desde la posición de niños en Cristo, hasta ser Huiós del Hijo de Dios, perdura durante nuestra vida.
No es una obra que nosotros podemos participar, pero la tenemos que permitir, crucificar la carne es obra del Espíritu vivificante, de la vida de Cristo, que entra en nuestra ramita, que es la plenitud del Dios Triuno. Si no fuera así, y pretendemos ayudar a Dios en esta obra, volveríamos bajo a la esclavitud de la Ley. El Espíritu vivificante, la vida de Cristo, no trata de mejorar las virtudes personales, todo lo contrario, la vida de Cristo, las crucifica, las quema, y las remplaza por la Vida verdadera del Hijo de Dios. Cuando decimos que la vida de Cristo crucifica nuestro ego, y nuestra carne, no quiere decir que lo elimina, lo que quiere decir es que los vivifica, mediante la comunión con la vida de Cristo. Somos los mismos, pero Espiritualmente vivificados. Una vez  vivificados, somos huiós del Dios Altísimo, ya no tenemos la savia del olivo silvestre en nosotros, más la savia del olivo cultivado en supremacía. Hacemos parte de la vida del Dios Triuno, y entramos en su reposo.
Como último tenemos que aclarar, otra crucificación y es la del mundo. Pablo dice en:

En Gálatas 6:14:

“Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo”.

Este mundo, se refiere al siglo maligno, al mundo religioso y más específicamente, dentro el contexto de la epístola a los Gálatas, al Judaísmo. Hay muchos hermanos y hermanas que inculpan al mundo por su falta de santidad. En el momento que el Padre nos separa del olivo silvestre, no separa también del mundo de manera instantánea. El niño en Cristo, tiene el conflicto, que debido que dentro de él todavía tiene parte de la savia del olivo silvestre, es atraído todavía de lo que era su antigua manera de vivir en su experiencia. Esto conflicto se superará totalmente en el momento de la Huiothesia. Que es la figura de la promesa. Abraham que fue el padre de la fe, necesitó 14 años, para recibir su promesa en Isaac. Cristo tuve que esperar treinta años. Otra vez tenemos que ser pacientes y esperar que la vida de Cristo complete su obra en nosotros. Jamás y de ninguna forma el niño en Cristo tiene que ayudar a Cristo en esta obra, con sus fuerzas naturales, Él entrará, siempre que nuestra voluntad sea la voluntad del Espíritu y terminará su obra, si no le resistimos, con nuestra religiosidad, nuestros conceptos, nuestros dogmas, y los velos que tenemos delante de nuestros ojos.

¿QUE TE PARECE Y QUE VA HACER AL RESPECTO?

ARMANDO ZANOLLA

Revisión el 15 de noviembre del 2013
Revisión el 16 de diciembre del 2013
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