sábado, 8 de marzo de 2014

INTERNATIONAL BAPTIST CHURCH in Costa Rica-LA LEY DE LA VIDA, Y LA LEY DE LA MUERTE

YAHWEH IS SENDING 

YEHOSHUA AGAIN.

He will establish the Kingdom

 of God in this world.

ARE YOU READY???

'UNA CARTA ABIERTA'

LA LEY DE LA VIDA, Y LA LEY DE LA MUERTE


LECTURAS BÍBLICAS:

“Y he aquí se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con El” (Mt. 17:3).
“Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo” (v. 8).
“A El oíd” (v. 5b).
“El árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal” (Gn. 2:9b).
“Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”
Ef. 5: 21 Someteos unos a otros en el temor de Dios.

1 Pedro 2:13 Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior,
 14 ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.
 15 Porque ésta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;

Lo más común es pensar de uno mismo, de manera positiva. Somos muy buenos, en ver nuestros lados positivos, podemos compararnos con otros, y vernos mejores, pero nos cuestas a ver la realidad verdadera que está en nuestro corazón natural.
Debido a la vanagloria que es la verdadera ´vida natural´ de nuestro corazón, rechazamos abrir nuestros ojos a nuestra realidad espiritual.
Por una persona que es del mundo, el conocerse interiormente, no presenta ningún problema, debido que es algo que no entra en su sistema de valores. Lo único que el mundo considera en hacer una acción, es si la acción es buena, o si es mala, y actuar de consecuencia.  Los valores del mundo están basados en lo que puede representar el bien, y en que puede representar el mal, nada más. Todo lo que va más allá de esta ley, es una utopía.

Mientras el mundo tiene la norma de examinar sus propios hechos, reflexionando sobre ellos, y auto evaluándose a sí mismos, examinándose escrupulosamente, según los principios del bien y del mal, el hijo en Cristo, deja al Soberano el privilegio de examinar la situación y decidir el camino que seguir. Esto solo lo puede hacer por medio de la consciencia, y cuando esta es pura.
El Soberano ilumina el problema, y lo hace conocer en las experiencias de sus hijos, los cuales viviendo el problema en su carne, lo conocen íntimamente, y pueden efectivamente, con la ayuda del Espíritu de Dios, desechar de su corazón toda la vanagloria que ha sido iluminada y que los asedia mediante la fe en el poder del Todopoderoso que puede suministrar la ayuda idónea a nuestra voluntad sumisa a Él.
Es así, que pueden progresar espiritualmente, dejando que la Vida del Espíritu del Dios Triuno, avance en su corazón todavía natural.
Para entender y conocer la diferencia entre un andar en el Espíritu y el andar bajo la Ley del bien y del mal, tenemos que regresar al jardín de Edén.

“El árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal”

Hay aquí los dos principios fundamentales de la manera de vivir a saber:

1.                  Según la Ley del árbol de las vida.
2.                  Según la ley del árbol de la ciencia del bien y del mal.

1.                 La Ley del árbol de la vida es el principio del Espíritu del Dios Triuno. Es el solo principio  que puede producir la vida espiritual. Hay miles de millares de Hijos en Cristo, que  optan para seguir en sus vidas, ser gobernados por el principio de la vida Espiritual. Una vez insertados, la Luz del Espíritu Vivificante ilumina todo lo que tiene que ser desechado, y provee poder a la voluntad humana, mediante la fe, para ser desechado.
Es así, cuando la vanidad es desechada, que la Vida de Cristo, avanza paulatinamente en el corazón todavía natural, en su experiencia personal, al fin de poder producir Su vida en él, hasta que el Espíritu de Cristo seas formado en él.
Una vez formado podrá comenzar a servir al Soberano, sin producir fuego extraño delante de él.
Esta Ley, solo puede funcionar, cuando recibimos la luz que evidencia en nuestra consciencia, lo que tenemos que desechar. Es entonces que por parte del Espíritu del Dios Triuno, recibimos la muerte de Jesús, en lo que tenemos que desechar.
Es entonces que se desecha todo lo natural, que consiste más especificadamente toda la vanagloria que ha sido iluminada.
Una vez que El Espíritu de Cristo es formado en el nuevo corazón, este podrá crecer, y producir en su experiencia, el fruto del Espíritu de Dios.
La Ley de Vida Espiritual del Espíritu de Cristo, nunca avanza, si ante el hijo en Cristo, no desecha su vanagloria, desde el área del corazón iluminado por el Espíritu.
Esta, se manifiesta en las maneras más inimaginables. A veces parece que nunca estamos progresando, por las multitudes y formas que esta se expresa, pero es un engaño, si estamos progresando, y un día tendremos el Espíritu de Cristo formado en nosotros, si perseveramos sin parar a desechar, toda la vanagloria que tiene que ser desechada.

2.                  De otra parte, la Ley de la ciencia del bien y del mal, es el principio de la
vanidad, y es el principio de la muerte espiritual. Hay millones de millones de hijos en Cristo que después de haber creído, optan para seguir en sus vidas, ser gobernados por el principio del bien y del mal.
Estos se secan, pasa el Labrador, los cortas y son echados al fuego. Estos entrarán el cielo, pero solo como por el fuego, y no como parte del nuevo hombre. Serán los invitados a la boda del Cordero, no la esposa.
Recordamos que una verdadera vida en el Espíritu de Cristo, es regida por la luz y la vida del Espíritu del Dios Triuno que avanza, y ocupa siempre en mayor medida, el corazón del hijo en Cristo y se expresa desde allí. Debido a esta posesión, el hijo en Cristo, cada vez más, se somete y obra la voluntad del Espíritu del Dios Triuno y obra de consecuencia con gozo sabiendo claramente como el Espíritu está trabajando en él.
Los millones de millones, que viven  discerniendo el bien, del mal, y actúan en consecuencia, siguen exactamente el camino que comenzó Adán y Eva en el jardín de Edén. Es el camino de la Ley que aceptó Israel bajo el monte Sinaí y es el camino de todas las religiones y sectas en este mundo. A pesar que este camino ha sido puesto en evidencia por el nuevo pacto, como todos sabemos, millones de millones de hijos en Cristo, lo siguen practicándolo, debido que es muy popular en el ámbito del mundo natural.
Esta ley, condena todo lo que es naturalmente malo y acepta todo lo que naturalmente es bueno. Esto principio se rige, por la consciencia subjetiva del hombre.
Si una conciencia dictamina que un camino es malo, hace que su voluntad lo rechace. Si una conciencia determina que un camino es bueno, lo aprueba y hace que su voluntad lo siga. Esto parece muy apropiado y lógico. Pero el Espíritu de Dios tiene otra opinión sobre este asunto y dijo de manera muy tajante:

 “Más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. 

Por Eva y Adán el escoger el camino del bien y del mal, fue muy fácil, pero el Espíritu del Dios Triuno determinó primeramente una sentencia de muerte sobre ellos. Pero dictada la sentencia, El Espíritu del Dios Triuno también proporcionó un plan de rescate. El Espíritu del Unigénito huiós de Dios se haría hombre y daría su vida por el rescate de toda la creación. Por el hombre separado de  Dios, dictó   un   prerrequisito,   el   creer   mediante   la   fe   en   la   obra   del Primogénito del Nuevo Hombre.
Para hacer esto realidad, el hombre tenía que creer mediante la fe recibida, que Cristo hizo morir al bien y al mal en ellos para su redención y justificación, y para que pudieran volver a escoger el camino de la vida Espiritual del Dios Triuno, para su salvación eterna, siendo insertado en Cristo.
Toda la vanidad que estaba encerrada en el bien, y toda la vanidad que estaba encerrada en el mal, tenían que ser desechada mediante la fe en la obra que Cristo había llevado a cabo, y a partir de este punto comenzar a desecharla en su experiencia.
De la misma manera que Adán y Eva comieron la manzana, tenían ahora vomitarla completamente y con dolores de parto.
El camino del bien y del mal solo puede producir muerte espiritual, debido que no contempla la Ley del Espíritu del Dios Triuno en su hacer, solo contempla el corazón natural del hombre.
Al mundo le encanta, adora y  práctica esta ley, sin darse cuenta que el hombre vive en un mundo apartado de la realidad Divina que lo condena a muerte. Solo pueden percibir su mundo natural, el mundo del bien y del mal.
En el nombre de la ley del bien  y del mal, se produjeron los crimines más terribles que tiene producido la humanidad. Todas las guerras, los genocidios se han producido por seguir este camino. Todas las divisiones producidas por denominaciones religiosas. Todas las agresiones, se ha producido por seguir este camino destructor. Todos los divorcios, todos los crimines, se han producido por seguir la ley del corazón natural, que consiste en la vanagloria mediante la práctica de la ley del bien y del mal.
Pero el hombre es muy torpe, no quiere aprender de la historia, y no quiere cambiar, no quiere ver la luz Divina, ni quiere escuchar la voz del Espíritu del Dios Triuno, no quiere someterse a la vida Espiritual, que puede vivificar todos los corazones.
Prefiere vivir la vida natural y estéril de la Ley del bien y del mal, que representa la la vanidad y la muerte espiritual.
Observamos que el bien y el mal, NO SON DOS CAMINOS, como el mundo los percibes, es UN CAMINO. Sea siguiendo el bien o el mal, produce igualmente una MUERTE ESPIRITUAL SEGURA.
Así nadie puede tener ninguna excusa, ni el que sigue el bien, ni al que sigue el mal, estos extremos, solo pueden producir una MUERTE ESPIRITUAL SEGURA. Esto es porque no se contempla para nada el camino de la Ley del Espíritu de Vida.
Cuando hay una disputa, las dos partes asumen que tienen razón, y quieren salirse con la suya demostrando, aún por la fuerza, sea física, como intelectual, que tienen razón, que están en lo correcto, que están persiguiendo el camino bueno.
El Espíritu del Dios Triuno, en esto dice:

Ef. 5: 21 Someteos unos a otros en el temor de Dios.

Más aún:

1 Pedro 2:13 Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior,
 14 ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.
 15 Porque ésta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;

Esto se tiene que hacer con gozo y paz en el corazón, de manera humilde y con mansedumbre, sin ninguna excepción, y sin ninguna excusa, mientras existe una relación, sea de pareja, o sea entres naciones. Esta práctica evidencia la ausencia de toda vanidad.
En el fondo, las disputas, las separaciones, o las roturas de las relaciones personales o a nivel internacional, siempre indican Vanagloria con la uve grande.
Cuan fácil es todo, con un poco de humildad y mansedumbre, el jugo siempre sería fácil. El espíritu dice:

“Someteos, Someteos, Someteos, en mansedumbre y humildad los unos con los otros, dando siempre la otra mejilla”.

Esta es la Ley del Espíritu de Dios. Es entonces que Él podrá obrar en este mundo en todos los niveles.
Hay que someternos a las autoridades, porque estas están establecidas por Dios y a Dios tendrán un día que responder. Hay una regla de oro que tiene que decidir nuestra fe y nuestra voluntad sumisa, en hacer una cosa u otra,  o seguir de hacer una cosa o dejarla y es:

¿LO QUE VOY A HACER, DECIR O CALLAR, HACE QUE SE DESECHE  ALGO DE MI VANAGLORIA, DE MI CORAZÓN?
¿HACE CRECER LA VIDA ESPIRITUAL DE CRISTO EN MÍ?

O ES TODO LO CONTRARIO. CON MI ACTITUD, SE ESTÁ DESVANECIENDO CADA DÍA MÁS, LA VIDA DEL ESPÍRITU DEL DIOS TRIUNO EN MI.

Si al  hacer tal acción, sentimos que la Vida Espiritual del Dios Triuno, puede avanzar en nuestro corazón, entonces seguramente iremos por el camino de la vida.
Pero, si nos sentimos oprimidos, y nuestra conciencia, no dice que algo va mal, tenemos que cambiar nuestra actitud y someternos en humildad y mansedumbre.
Tenemos siempre que tener presente, que la Ley de la Vida Espiritual, nunca consiste sujetarnos a la ley  del bien y del mal. Siempre tenemos que sentirnos gozosos y en paz con todos, y primeramente con el Espíritu del Dios Triuno en nosotros. Para practicar esto, hay solo un camino, el seguir la Ley del Espíritu de Vida.
Repito, si queremos avanzar en nuestra vida espiritual hay un solo camino, el de seguir la Ley del Espíritu.
La Ley del bien y del mal queda obsoleta. El nuevo pacto tiene introducido la única solución posible, para una vida espiritualmente sobre abundante y victoriosa, la Ley del Espíritu de Vida.

Por una persona que está en Cristo, es cuestión de vida o de muerte espiritual escoger el camino correcto. No importa cuánto uno haya avanzado en la vida espiritual, siempre tiene adelante a si, un camino sin fin, el cual representa la perfección del Espíritu del Dios Triuno. Es el camino de ofrecer siempre la otra mejilla.
Sin la Luz del Espíritu, el hijo en Cristo, opinaría de sí mismo, ser un hijo de gran valor espiritual y aportaría un sin números de escusas, para que su consciencia pueda quedar totalmente satisfecha y en paz. Es por que la conciencia en vez de ser pura solo es buena, y una consciencia buena lleva a la muerte espiritual.
En los percance de nuestra vida espiritual, el Espíritu de Dios, ilumina el corazón, y es entonces, que el hijo en Cristo, se da cuenta de cuan deplorable es su situación espiritual.  
Es solo entonces, que puede decidir de hacer algo al respecto apoyándose en el poder del Espíritu, para desechar de si toda la vanagloria que la luz del Espíritu de Dios le hace ver, sea haciendo el bien como haciendo el mal.
La luz del Espíritu de Dios, no ilumina indiscriminadamente sin pausa todo el corazón. Solo ilumina ciertas partes del corazón y es por esto que el progreso espiritual solo podrá efectuarse en las partes que van siendo iluminados.
La vida del Espíritu de Cristo, solo podrá penetrar más profundamente en el corazón, solo y cuando sea desechado del corazón toda la vanagloria que haya sido debidamente iluminada, por la Luz del Espíritu de Dios.
Hay que diferenciar entre examinarse y juzgarse. Mientras que lo primero tiene que ser obra exclusiva del Espíritu de Dios, el juzgarse a sí mismo es algo que el hijo en Cristo tiene la obligación de hacer.
Si el hijo en Cristo se examina, tiende de aportar un sinfín de escusas. Si el hermano deja al Espíritu del Dios Triuno examinarle evitará este problema.
Cuando el hijo en Cristo obra según su fuerza natural y la luz del Espíritu de Dios lo examina y lo ilumina al respecto, este tiene la obligación de juzgarse.
Si no nos juzgamos, no podremos recibir las bendiciones espirituales que provienen de este juicio. Solo cuando reconozcamos delante del Espíritu del Dios Triuno, toda la vanagloria que su Luz ilumina, Él nos proveerás del poder necesario, para que esta sea desechada de nuestro corazón. Sin esto conocimiento, el cual se origina en el Espíritu de Dios, nunca podremos saber la magnitud de nuestra incapacidad espiritual y nunca tendremos la capacidad de progresar, y nunca podremos entender lo que dijo el Apóstol Juan en 15:5:

Separados de Mí nada podéis hacer.

El Espíritu de Dios nos quiere ayudar en nuestra debilidad, pero si no sabemos lo que realmente somos y seguimos teniendo confianza en nosotros mismos, suponiendo que nuestras capacidades  naturales son suficientes para salir adelante y nos reputamos como personas seguras y maravillosas, esto impedirá al Espíritu de Dios aportarnos el oportuno socorro.
Es cuando permaneceremos en nuestra debilidad sin poder progresar, y nos estanqueremos.
Esto equivale a no conocerse y a resistirse en conocerse. No queremos poner nuestra vanagloria en evidencia, así la ocultamos. Es cuando la vanagloria, se despliega con todo su vigor y las conciencias de los tales se indúrese a tal punto, que no pueden capacitarse de lo que le está pasando.
La rebelión, la irresponsabilidad, la injusticia, la ira, los dominan, y no solo se dañan a sí mismos, más a todos los que les rodean.
En las iglesias son los asesinos despiadados e implacables, en su deseo de matar y arrancar. Su situación se empeora continuadamente, pero que importa, ellos se sienten tranquilos, y conforme, en todos lo que hacen, sin percibir cuan vacíos e inútiles son para la obra de Cristo. Son árboles secos, cisternas vacías, sepulcros blanqueados, desierto asoleado donde nada con vida puede crecer.
Todo esto puede ser, debido en parte, por la falta de conocimiento, aún que el conocimiento sobre este tema es muy sencillo, se llama Vanagloria, se llamas seguir el camino del Bien y del Mal. Pero debido a su sencillez, estas personas son presa del engaño, y no son capaces a precaptarse de lo porque están fallando.

Todos conocemos el sermón del monte. ¿Cuál es la lección que aprendemos de Mateo 5-7?
La lección trata de que no es suficiente hacer todo el bien que podemos.
Es necesario dejar de considerar nuestro corazón natural y someternos a lo que la luz y la vida de Cristo nos enseñan. La luz nos enseña, de dejar el camino del bien y del mal y seguir la Ley de la vida del Espíritu de Cristo, que es el solo camino que puede producir un fruto consistente.
El mundo se pregunta por qué hay que poner la otra mejilla cuando alguien nos abofetea.
Se preguntan: “¿No es suficiente quedarse callado, cuando alguien nos cachetea?
¿No es extraordinario que no nos peleamos con quien nos golpea, y que a su vez, dominemos nuestra cólera? 
Pero el Espíritu del Dios Triuno nos dice que no es suficiente inclinar nuestra cabeza y aislarnos, cuando alguien nos abofetea, pues esto no satisface los requisitos de la vida del Espíritu del Dios Triuno que vive en nosotros. Es preciso que también que pongamos la otra mejilla una y otra vez.
Después de la primera bofetada, si nos callamos, nuestra vanagloria no es puesta en evidencia. Puede ser que tenemos rabia en nuestros corazones, pero debido que queremos aparentar humildes, no reaccionamos.
Pero el Espíritu del Dios Triuno, quiere dar un paso más en nosotros. Para demostrar claramente que en verdad, no sentimos ningún resentimiento, quiere que pongamos una y  otra vez nuestra mejilla. Al hacer esto, demostramos que no tenemos ningún rencor en nuestro corazón. Es debido a que no estamos indignados, que podemos tolerar la misma ofensa una y otra vez, conociendo perfectamente porqué el Espíritu del Dios Triuno lo permite.
Como la vida del Espíritu de Dios es humilde y mansa, así Él quiere que vivamos la vida de Cristo en nosotros. Cuando esta bofetada llega por la segunda y tercera vez, tendríamos que experimentar gozo y paz, sabiendo que habiendo sido probados por el Espíritu del Dios Triuno, hemos podido experimentar la vida del Espíritu de Cristo en nuestra misma carne obrar eficazmente. Si esto se repite varias veces, es un indicio que todavía hay mucha vanagloria en nosotros.
Desde el punto de vista del mundo natural, poner la otra mejilla es incorrecto, es equivocado. Pero desde el punto de vista del Espíritu de Dios, esto es el único camino de seguir, para poder seguir progresando espiritualmente.
Hermanos y hermanas, si queremos progresar espiritualmente, nuestro andar, no debe ser fijado por la ley del bien o del mal, sino por la Vida Espiritual del Dios Triuno, que reside en nuestro corazón.
Cualquier tarea que realicemos, aparte de la Vida Divina, por buena que sea, nos traerá condenación y muerte. 
Hermanos y hermanas, si al observar aun el más pequeño de los mandamientos del Espíritu de Dios, nos produce vanagloria, nuestras obras serán leño, hojarasca y paja, no servirán para nada. Tan sensible es el Espíritu del Señor.
No decimos que sea malo obedecer los mandamientos del Espíritu de Dios, decimos que no es suficiente, hay que hacerlo someternos a las enseñanzas de Jesús en humildad y mansedumbre, con gozo y paz en nuestro corazón.

Hermanos y Hermanas, en el monte donde se produjo la transfiguración de Cristo, había Moisés que representaba la Ley, y había Elías que representaba a los profetas, pero el Espíritu del Dios viviente dijo a Pedro:

“Este es Mi Hijo, el Amado ... a El oíd”

Hermanos y hermanas, ya no es suficiente seguir la Ley y los Profetas, hay que seguirlos en humildad y mansedumbre, ofreciendo siempre la otra mejilla  Jesús. El Espíritu del Dios viviente quiere arrancar cada migaja de nuestra vanagloria de nuestro corazón.
Si aceptamos su labor, viviremos, si nos oponemos, moriremos. En esto consiste el vivir el nuevo pacto, para llegar a ser unos gloriosos huiós de Dios.

¿QUE TE PARECE Y QUE PIENSA HACER AL RESPECTO?

Armando Zanolla

Berlín el 6 de marzo del 2014
Revisado el 7 de marzo del 2014



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