YAHWEH IS SENDING
YEHOSHUA AGAIN.
He will establish the Kingdom
of God in this world.
ARE YOU READY???
'UNA CARTA ABIERTA'
LA LEY DE LA VIDA, Y LA LEY DE LA MUERTE
LECTURAS BÍBLICAS:
“Y he aquí se les aparecieron
Moisés y Elías, hablando con El” (Mt. 17:3).
“Y alzando ellos los ojos, a
nadie vieron sino a Jesús solo” (v. 8).
“A El oíd” (v. 5b).
“El árbol de vida en medio del
huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal” (Gn. 2:9b).
“Y mandó Jehová Dios al
hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la
ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás”
Ef. 5: 21 Someteos unos a otros en el temor de Dios.
1 Pedro 2:13 Por causa del
Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior,
14 ya a los
gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza
de los que hacen bien.
15 Porque ésta es la
voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres
insensatos;
Lo más
común es pensar de uno mismo, de manera positiva. Somos muy buenos, en ver
nuestros lados positivos, podemos compararnos con otros, y vernos mejores, pero
nos cuestas a ver la realidad verdadera que está en nuestro corazón natural.
Debido a la vanagloria que es la verdadera ´vida natural´ de nuestro
corazón, rechazamos abrir nuestros ojos a nuestra realidad espiritual.
Por una persona que es del mundo, el conocerse interiormente, no
presenta ningún problema, debido que es algo que no entra en su sistema de
valores. Lo único que el mundo considera en hacer una acción, es si la acción
es buena, o si es mala, y actuar de consecuencia. Los valores del mundo
están basados en lo que puede representar el bien, y en que puede representar
el mal, nada más. Todo lo que va más allá de esta ley, es una utopía.
Mientras el mundo tiene la norma de examinar sus propios hechos,
reflexionando sobre ellos, y auto evaluándose a sí mismos, examinándose
escrupulosamente, según los principios del bien y del mal, el hijo en Cristo,
deja al Soberano el privilegio de examinar la situación y decidir el camino que
seguir. Esto solo lo puede hacer por medio de la consciencia, y cuando esta es
pura.
El Soberano ilumina el problema, y lo hace conocer en las experiencias
de sus hijos, los cuales viviendo el problema en su carne, lo conocen
íntimamente, y pueden efectivamente, con la ayuda del Espíritu de Dios,
desechar de su corazón toda la vanagloria que ha sido iluminada y que los
asedia mediante la fe en el poder del Todopoderoso que puede suministrar la
ayuda idónea a nuestra voluntad sumisa a Él.
Es así, que pueden progresar espiritualmente, dejando que la Vida del
Espíritu del Dios Triuno, avance en su corazón todavía natural.
Para entender y conocer la diferencia entre un andar en el Espíritu y el
andar bajo la Ley del bien y del mal, tenemos que regresar al jardín de Edén.
“El árbol de vida en medio del
huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal”
Hay aquí los dos principios fundamentales de la manera de vivir a saber:
1. Según la
Ley del árbol de las vida.
2. Según la
ley del árbol de la ciencia del bien y del mal.
1.
La Ley del árbol de la vida es
el principio del Espíritu del Dios Triuno. Es el solo principio que puede
producir la vida espiritual. Hay miles de millares de Hijos en Cristo,
que optan para seguir en sus vidas, ser gobernados por el principio de la
vida Espiritual. Una vez insertados, la Luz del Espíritu Vivificante ilumina
todo lo que tiene que ser desechado, y provee poder a la voluntad humana,
mediante la fe, para ser desechado.
Es así,
cuando la vanidad es desechada, que la Vida de Cristo, avanza paulatinamente en
el corazón todavía natural, en su experiencia personal, al fin de poder producir
Su vida en él, hasta que el Espíritu de Cristo seas formado en él.
Una vez
formado podrá comenzar a servir al Soberano, sin producir fuego extraño delante
de él.
Esta Ley,
solo puede funcionar, cuando recibimos la luz que evidencia en nuestra
consciencia, lo que tenemos que desechar. Es entonces que por parte del
Espíritu del Dios Triuno, recibimos la muerte de Jesús, en lo que tenemos que
desechar.
Es entonces que se desecha todo lo natural, que consiste más
especificadamente toda la vanagloria que ha sido iluminada.
Una vez que El Espíritu de Cristo es formado en el nuevo corazón, este
podrá crecer, y producir en su experiencia, el fruto del Espíritu de Dios.
La Ley de Vida Espiritual del Espíritu de Cristo, nunca avanza, si ante
el hijo en Cristo, no desecha su vanagloria, desde el área del corazón
iluminado por el Espíritu.
Esta, se manifiesta en las maneras más inimaginables. A veces parece que
nunca estamos progresando, por las multitudes y formas que esta se expresa,
pero es un engaño, si estamos progresando, y un día tendremos el Espíritu de
Cristo formado en nosotros, si perseveramos sin parar a desechar, toda la
vanagloria que tiene que ser desechada.
2. De otra
parte, la Ley de la ciencia del bien y del mal, es el principio de la
vanidad, y es el principio de la muerte espiritual. Hay millones de
millones de hijos en Cristo que después de haber creído, optan para
seguir en sus vidas, ser gobernados por el principio del bien y del mal.
Estos se secan, pasa el Labrador, los cortas y son echados al fuego.
Estos entrarán el cielo, pero solo como por el fuego, y no como parte del nuevo
hombre. Serán los invitados a la boda del Cordero, no la esposa.
Recordamos que una verdadera vida en el Espíritu de Cristo, es regida
por la luz y la vida del Espíritu del Dios Triuno que avanza, y ocupa siempre
en mayor medida, el corazón del hijo en Cristo y se expresa desde allí. Debido
a esta posesión, el hijo en Cristo, cada vez más, se somete y obra la voluntad
del Espíritu del Dios Triuno y obra de consecuencia con gozo sabiendo
claramente como el Espíritu está trabajando en él.
Los millones de millones, que viven discerniendo el bien, del mal,
y actúan en consecuencia, siguen exactamente el camino que comenzó Adán y Eva
en el jardín de Edén. Es el camino de la Ley que aceptó Israel bajo el monte
Sinaí y es el camino de todas las religiones y sectas en este mundo. A pesar
que este camino ha sido puesto en evidencia por el nuevo pacto, como todos
sabemos, millones de millones de hijos en Cristo, lo siguen practicándolo,
debido que es muy popular en el ámbito del mundo natural.
Esta ley, condena todo lo que es naturalmente malo y acepta todo lo que
naturalmente es bueno. Esto principio se rige, por la consciencia subjetiva del
hombre.
Si una conciencia dictamina que un camino es malo, hace que su voluntad
lo rechace. Si una conciencia determina que un camino es bueno, lo aprueba y
hace que su voluntad lo siga. Esto parece muy apropiado y lógico. Pero el
Espíritu de Dios tiene otra opinión sobre este asunto y dijo de manera muy
tajante:
“Más del árbol de la
ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás”.
Por Eva y Adán el escoger el camino del bien y del mal, fue muy fácil,
pero el Espíritu del Dios Triuno determinó primeramente una sentencia de muerte
sobre ellos. Pero dictada la sentencia, El Espíritu del Dios Triuno también
proporcionó un plan de rescate. El Espíritu del Unigénito huiós de Dios se
haría hombre y daría su vida por el rescate de toda la creación. Por el hombre
separado de Dios, dictó un prerrequisito, el creer mediante la fe en la obra del
Primogénito del Nuevo Hombre.
Para hacer esto realidad, el hombre tenía que creer mediante la fe
recibida, que Cristo hizo morir al bien y al mal en ellos para su redención y
justificación, y para que pudieran volver a escoger el camino de la vida Espiritual
del Dios Triuno, para su salvación eterna, siendo insertado en Cristo.
Toda la vanidad que estaba encerrada en el bien, y toda la vanidad que estaba
encerrada en el mal, tenían que ser desechada mediante la fe en la obra que Cristo
había llevado a cabo, y a partir de este punto comenzar a desecharla en su
experiencia.
De la misma manera que Adán y Eva comieron la manzana, tenían ahora vomitarla
completamente y con dolores de parto.
El camino del bien y del mal
solo puede producir muerte espiritual, debido que no contempla la Ley del
Espíritu del Dios Triuno en su hacer, solo contempla el corazón natural del
hombre.
Al mundo le encanta, adora
y práctica esta ley, sin darse cuenta que el hombre vive en un mundo
apartado de la realidad Divina que lo condena a muerte. Solo pueden percibir su
mundo natural, el mundo del bien y del mal.
En el nombre de la ley del
bien y del mal, se produjeron los crimines más terribles que tiene
producido la humanidad. Todas las guerras, los genocidios se han producido por
seguir este camino. Todas las divisiones producidas por denominaciones religiosas.
Todas las agresiones, se ha producido por seguir este camino destructor. Todos
los divorcios, todos los crimines, se han producido por seguir la ley del
corazón natural, que consiste en la vanagloria mediante la práctica de la ley
del bien y del mal.
Pero el hombre es muy torpe,
no quiere aprender de la historia, y no quiere cambiar, no quiere ver la luz
Divina, ni quiere escuchar la voz del Espíritu del Dios Triuno, no quiere
someterse a la vida Espiritual, que puede vivificar todos los corazones.
Prefiere vivir la vida natural
y estéril de la Ley del bien y del mal, que representa la la vanidad y la muerte
espiritual.
Observamos que el bien y el mal,
NO SON DOS CAMINOS, como el mundo los percibes, es UN CAMINO. Sea siguiendo el
bien o el mal, produce igualmente una MUERTE ESPIRITUAL SEGURA.
Así nadie puede tener ninguna
excusa, ni el que sigue el bien, ni al que sigue el mal, estos extremos, solo
pueden producir una MUERTE ESPIRITUAL SEGURA. Esto es porque no se contempla
para nada el camino de la Ley del Espíritu de Vida.
Cuando hay una disputa, las
dos partes asumen que tienen razón, y quieren salirse con la suya demostrando,
aún por la fuerza, sea física, como intelectual, que tienen razón, que están en
lo correcto, que están persiguiendo el camino bueno.
El Espíritu del Dios Triuno,
en esto dice:
Ef. 5: 21 Someteos unos a otros en el temor de Dios.
Más aún:
1 Pedro 2:13 Por causa del
Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior,
14 ya a los
gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza
de los que hacen bien.
15 Porque ésta es la
voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres
insensatos;
Esto se tiene que hacer con gozo y paz en el corazón, de manera humilde
y con mansedumbre, sin ninguna excepción, y sin ninguna excusa, mientras existe
una relación, sea de pareja, o sea entres naciones. Esta práctica evidencia la
ausencia de toda vanidad.
En el fondo, las disputas, las separaciones, o las roturas de las
relaciones personales o a nivel internacional, siempre indican Vanagloria con
la uve grande.
Cuan fácil es todo, con un poco de humildad y mansedumbre, el jugo siempre
sería fácil. El espíritu dice:
“Someteos, Someteos, Someteos, en mansedumbre y humildad los unos con
los otros, dando siempre la otra mejilla”.
Esta es la Ley del Espíritu de Dios. Es entonces que Él podrá obrar en
este mundo en todos los niveles.
Hay que someternos a las autoridades, porque estas están establecidas
por Dios y a Dios tendrán un día que responder. Hay una regla de oro que tiene
que decidir nuestra fe y nuestra voluntad sumisa, en hacer una cosa u
otra, o seguir de hacer una cosa o dejarla y es:
¿LO QUE VOY A HACER, DECIR O
CALLAR, HACE QUE SE DESECHE ALGO DE MI VANAGLORIA, DE MI CORAZÓN?
¿HACE CRECER LA VIDA
ESPIRITUAL DE CRISTO EN MÍ?
O ES TODO LO CONTRARIO. CON MI
ACTITUD, SE ESTÁ DESVANECIENDO CADA DÍA MÁS, LA VIDA DEL ESPÍRITU DEL DIOS
TRIUNO EN MI.
Si al hacer tal acción, sentimos que la Vida Espiritual del Dios
Triuno, puede avanzar en nuestro corazón, entonces seguramente iremos por el
camino de la vida.
Pero, si nos sentimos oprimidos, y nuestra conciencia, no dice que algo
va mal, tenemos que cambiar nuestra actitud y someternos en humildad y
mansedumbre.
Tenemos siempre que tener presente, que la Ley de la Vida Espiritual,
nunca consiste sujetarnos a la ley del bien y del mal. Siempre tenemos
que sentirnos gozosos y en paz con todos, y primeramente con el Espíritu del
Dios Triuno en nosotros. Para practicar esto, hay solo un camino, el seguir la
Ley del Espíritu de Vida.
Repito, si queremos avanzar en
nuestra vida espiritual hay un solo camino, el de seguir la Ley del Espíritu.
La Ley del bien y del mal
queda obsoleta. El nuevo pacto tiene introducido la única solución posible,
para una vida espiritualmente sobre abundante y victoriosa, la Ley del Espíritu
de Vida.
Por una persona que está en Cristo, es cuestión de vida o de muerte
espiritual escoger el camino correcto. No importa cuánto uno haya avanzado en
la vida espiritual, siempre tiene adelante a si, un camino sin fin, el cual
representa la perfección del Espíritu del Dios Triuno. Es el camino de ofrecer
siempre la otra mejilla.
Sin la Luz del Espíritu, el hijo en Cristo, opinaría de sí mismo, ser un
hijo de gran valor espiritual y aportaría un sin números de escusas, para que
su consciencia pueda quedar totalmente satisfecha y en paz. Es por que la
conciencia en vez de ser pura solo es buena, y una consciencia buena lleva a la
muerte espiritual.
En los percance de nuestra vida espiritual, el Espíritu de Dios, ilumina
el corazón, y es entonces, que el hijo en Cristo, se da cuenta de cuan
deplorable es su situación espiritual.
Es solo entonces, que puede decidir de hacer algo al respecto apoyándose
en el poder del Espíritu, para desechar de si toda la vanagloria que la luz del
Espíritu de Dios le hace ver, sea haciendo el bien como haciendo el mal.
La luz del Espíritu de Dios, no ilumina indiscriminadamente sin pausa
todo el corazón. Solo ilumina ciertas partes del corazón y es por esto que el
progreso espiritual solo podrá efectuarse en las partes que van siendo
iluminados.
La vida del Espíritu de Cristo, solo podrá penetrar más profundamente en
el corazón, solo y cuando sea desechado del corazón toda la vanagloria que haya
sido debidamente iluminada, por la Luz del Espíritu de Dios.
Hay que diferenciar entre examinarse y juzgarse. Mientras que lo primero
tiene que ser obra exclusiva del Espíritu de Dios, el juzgarse a sí mismo es
algo que el hijo en Cristo tiene la obligación de hacer.
Si el hijo en Cristo se examina, tiende de aportar un sinfín de escusas.
Si el hermano deja al Espíritu del Dios Triuno examinarle evitará este
problema.
Cuando el hijo en Cristo obra según su fuerza natural y la luz del
Espíritu de Dios lo examina y lo ilumina al respecto, este tiene la obligación
de juzgarse.
Si no nos juzgamos, no podremos recibir las bendiciones espirituales que
provienen de este juicio. Solo cuando reconozcamos delante del Espíritu del
Dios Triuno, toda la vanagloria que su Luz ilumina, Él nos proveerás del poder
necesario, para que esta sea desechada de nuestro corazón. Sin esto
conocimiento, el cual se origina en el Espíritu de Dios, nunca podremos saber
la magnitud de nuestra incapacidad espiritual y nunca tendremos la capacidad de
progresar, y nunca podremos entender lo que dijo el Apóstol Juan en 15:5:
Separados de Mí nada podéis
hacer.
El Espíritu de Dios nos quiere ayudar en nuestra debilidad, pero si no
sabemos lo que realmente somos y seguimos teniendo confianza en nosotros
mismos, suponiendo que nuestras capacidades naturales son suficientes
para salir adelante y nos reputamos como personas seguras y maravillosas, esto
impedirá al Espíritu de Dios aportarnos el oportuno socorro.
Es cuando permaneceremos en nuestra debilidad sin poder progresar, y nos
estanqueremos.
Esto equivale a no conocerse y a resistirse en conocerse. No queremos
poner nuestra vanagloria en evidencia, así la ocultamos. Es cuando la
vanagloria, se despliega con todo su vigor y las conciencias de los tales se
indúrese a tal punto, que no pueden capacitarse de lo que le está pasando.
La rebelión, la irresponsabilidad, la injusticia, la ira, los
dominan, y no solo se dañan a sí mismos, más a todos los que les rodean.
En las iglesias son los asesinos despiadados e implacables, en su deseo
de matar y arrancar. Su situación se empeora continuadamente, pero que importa,
ellos se sienten tranquilos, y conforme, en todos lo que hacen, sin percibir
cuan vacíos e inútiles son para la obra de Cristo. Son árboles secos, cisternas
vacías, sepulcros blanqueados, desierto asoleado donde nada con vida puede
crecer.
Todo esto puede ser, debido en parte, por la falta de conocimiento, aún
que el conocimiento sobre este tema es muy sencillo, se llama Vanagloria, se
llamas seguir el camino del Bien y del Mal. Pero debido a su sencillez, estas
personas son presa del engaño, y no son capaces a precaptarse de lo porque
están fallando.
Todos conocemos el sermón del monte. ¿Cuál es la lección que aprendemos
de Mateo 5-7?
La lección trata de que no es suficiente hacer todo el bien que podemos.
Es necesario dejar de considerar nuestro corazón natural y someternos a
lo que la luz y la vida de Cristo nos enseñan. La luz nos enseña, de dejar el
camino del bien y del mal y seguir la Ley de la vida del Espíritu de Cristo,
que es el solo camino que puede producir un fruto consistente.
El mundo se pregunta por qué hay que poner la otra mejilla cuando
alguien nos abofetea.
Se preguntan: “¿No es suficiente quedarse callado, cuando alguien nos
cachetea?
¿No es extraordinario que no nos peleamos con quien nos golpea, y que a
su vez, dominemos nuestra cólera?
Pero el Espíritu del Dios Triuno nos dice que no es suficiente inclinar
nuestra cabeza y aislarnos, cuando alguien nos abofetea, pues esto no satisface
los requisitos de la vida del Espíritu del Dios Triuno que vive en nosotros. Es
preciso que también que pongamos la otra mejilla una y otra vez.
Después de la primera bofetada, si nos callamos, nuestra vanagloria no
es puesta en evidencia. Puede ser que tenemos rabia en nuestros corazones, pero
debido que queremos aparentar humildes, no reaccionamos.
Pero el Espíritu del Dios Triuno, quiere dar un paso más en nosotros.
Para demostrar claramente que en verdad, no sentimos ningún resentimiento,
quiere que pongamos una y otra vez nuestra mejilla. Al hacer esto,
demostramos que no tenemos ningún rencor en nuestro corazón. Es debido a que no
estamos indignados, que podemos tolerar la misma ofensa una y otra vez,
conociendo perfectamente porqué el Espíritu del Dios Triuno lo permite.
Como la vida del Espíritu de Dios es humilde y mansa, así Él quiere que
vivamos la vida de Cristo en nosotros. Cuando esta bofetada llega por la
segunda y tercera vez, tendríamos que experimentar gozo y paz, sabiendo que
habiendo sido probados por el Espíritu del Dios Triuno, hemos podido
experimentar la vida del Espíritu de Cristo en nuestra misma carne obrar
eficazmente. Si esto se repite varias veces, es un indicio que todavía hay
mucha vanagloria en nosotros.
Desde el punto de vista del mundo natural, poner la otra mejilla es
incorrecto, es equivocado. Pero desde el punto de vista del Espíritu de Dios,
esto es el único camino de seguir, para poder seguir progresando
espiritualmente.
Hermanos y hermanas, si queremos progresar espiritualmente, nuestro
andar, no debe ser fijado por la ley del bien o del mal, sino por la Vida
Espiritual del Dios Triuno, que reside en nuestro corazón.
Cualquier tarea que realicemos, aparte de la Vida Divina, por buena que
sea, nos traerá condenación y muerte.
Hermanos y hermanas, si al observar aun el más pequeño de los
mandamientos del Espíritu de Dios, nos produce vanagloria, nuestras obras serán
leño, hojarasca y paja, no servirán para nada. Tan sensible es el Espíritu del
Señor.
No decimos que sea malo obedecer los mandamientos del Espíritu de Dios,
decimos que no es suficiente, hay que hacerlo someternos a
las enseñanzas de Jesús en humildad y mansedumbre, con gozo y paz en
nuestro corazón.
Hermanos y Hermanas, en el monte donde se produjo
la transfiguración de Cristo, había Moisés que representaba la
Ley, y había Elías que representaba a los profetas, pero el Espíritu del Dios
viviente dijo a Pedro:
“Este es Mi Hijo, el Amado ...
a El oíd”
Hermanos y hermanas, ya no es suficiente seguir la Ley y los Profetas,
hay que seguirlos en humildad y mansedumbre, ofreciendo siempre la otra mejilla Jesús. El Espíritu del Dios viviente quiere
arrancar cada migaja de nuestra vanagloria de nuestro corazón.
Si aceptamos su labor, viviremos, si nos oponemos, moriremos. En esto
consiste el vivir el nuevo pacto, para llegar a ser unos gloriosos huiós de
Dios.
¿QUE TE PARECE Y QUE PIENSA HACER AL RESPECTO?
Armando Zanolla
Berlín el 6 de marzo del 2014
Revisado el 7 de marzo del 2014
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