viernes, 4 de abril de 2014

INTERNATIONAL BAPTIST CHURCH in Costa Rica-LAS VIDAS EN EL HOMBRE (Parte tres)

YAHWEH IS SENDING 

YEHOSHUA AGAIN.

He will establish the Kingdom

 of God in this world.

ARE YOU READY???


'UNA CARTA ABIERTA'

LAS VIDAS EN EL HOMBRE (Parte tres)
TRES LEYES

LECTURAS BÍBLICAS

Gn. 2:7; Ro. 5:12, 19; Jn. 3:15; Ro. 8:3; 7:15-16, 22, 24; 8:2, 4, 6, 13;

El hombre tiene tres clases de vidas, como vimos:

1.      La Vida del espíritu.

2.      La  vida del alma.

3.      La vida del cuerpo.

 

1.      LA VIDA DEL ALMA

La vida del alma, es una vida creada y perecedera. (Ge. 2:7;). En la vida del alma consta:

a.      La mente.

b.      La parte emotiva (Emociones y sentimientos).

c.       La Voluntad.

La vida del alma es libre. Tiene libre albedrío.
La vida del alma del primer hombre tuve que escoger entre la ley del conocimiento del bien y del mal, y la ley del Árbol de la Vida.
La ley del conocimiento del bien y del mal, representa explotar toda la vanidad humana.
La Ley de la Vida, representa recibir el Espíritu y la Vida del Dios Triuno.
El hombre escogió la ley del conocimiento del bien y del mal, lo mismo que escogió Satanás. Desde aquel día, el hombre se corrompió, de la misma manera que Satanás. Desde entonces, el hombre sigue siguiendo su libre albedrío y su vanidad, apartado del Espíritu de Vida Divino. Todo el mundo está bajo la ley del conocimiento del Bien y del mal y es dominado por la vanidad. La mente, las emociones y la voluntad del hombre están dominadas por la ley del conocimiento del bien y del mal.

LA VIDA DEL ESPÍRITU DE DIOS

El amor del Espíritu de Dios Triuno, es tan grande, que quiso hacerse hombre, y darse a sí mismo, mediante su muerte, para el rescate de toda la humanidad. En su muerte, terminó con la vida del conocimiento del bien y del mal, dando la posibilidad, a todos los que creen espiritualmente en Su obra, recibir la Ley, de la Vida y del Espíritu del Dios Triuno en sus corazones.

Al librarnos de la ley del conocimiento del bien y del mal, mediante la fe por los méritos de Cristo, el Espíritu del Dios Triuno, nos insertó en el Espíritu procesado de Cristo, el cual produjo, en los que creyeron, recibieron la Vida (zwh,Divina eterna, incorruptible, y perfecta del Espíritu del Dios Triuno.

Esta Vida como embrión, en el momento del inserto, tiene el propósito de tomar posesión de todo el corazón, de todos los que han sido insertados, para llevarlos, de niños en Cristo, a ser verdaderos huiós del Espíritu de Dios procesado. El propósito del Espíritu del Dios Triuno no es solo salvarnos, para nuestro beneficio personal, más hacernos útiles para su propósito, que es recobrar su Reino perdido por el primer hombre, por medio de su Iglesia, que es el Nuevo Hombre, la Nueva Jerusalén, la Esposa de Cordero, los Vencedores, los discipulos.

En la caída, el hombre recibió en su corazón, la ley del conocimiento del bien y del mal, que lo dominó, con toda la corrupción que pudo producir su vanagloria.

El Espíritu Divino, al librarnos de esta esclavitud mortal, nos impartió Su Vida y Su Espíritu. Este Espíritu y esta Vida Espiritual Divina, nos une al Espíritu del Dios Triuno, para que nuestro Nuevo Corazón, pudiera ser ocupado, por  la naturaleza Divina, la Vida Divina, el Espíritu del Dios Triuno, por la Gloria del Espíritu del Dios Triuno.

Lo que puede hacer el hombre, depende exclusivamente de la ley de vida que recibe. Hay que entender que mientras el mundo tienen la vida del alma y del cuerpo que siguen los dictámenes de su vanagloria, el Hijo en Cristo, tiene también la Vida del Espíritu del Dios Viviente en él. Las dos vidas primeras, siguen los dictámenes de la vanagloria, la tercera sigue los dictámenes del Espíritu y de la Vida del Dios Triuno.

En los niños en Cristo, este conflicto es muy poderoso, pero la voluntad del Espíritu y de la Vida Divina, tiene el propósito de hacer llegar al niño en  Cristo a la huiothesia, para que el Espíritu del Dios Triuno, pueda reconocerlo como huiós legítimos, de manera permanente, cuando el Espíritu de Cristo procesado, es formado en ellos. Cuando el Hijo del Dios procesado, tiene Cristo formado en él, puede crecer Espiritualmente, y llevar mucho fruto por la Gloria de Dios. Desde este momento, este conflicto, entre la ley de la vida del alma y del cuerpo, será siempre más tenue y débil y el huiós en el Espíritu del Dios Triuno, puede experimentar de pasar de Gloria en Gloria.

Hay tres leyes que pueden dominar el hombre. Dos son internas, y una es externa.

1.      LA LEY DEL ESPÍRITU DE DIOS

La Ley que llamamos externa, es la Ley que el Espíritu de Dios dio a Moisés. El Espíritu de Dios propuso esta Ley, al pueblo de Israel, y ellos en su vanagloria la aceptaron. Ellos eran hijos nominales, no tenían el Espíritu y la Vida del Dios Triuno en sus corazones. En esta condición les fue imposible, para ellos, cumplir con estos requerimientos, debido que el efecto de su obediencia siempre producía vanagloria, y por esto eran condenados. Ellos tendrían que haber dicho al Soberano, que se sentían incapaces de obedecer a su Ley, pero debido a su vanagloria aceptaron, pero fallaron miserablemente.
Mientras que en nuestro corazón alberga algo de vanagloria, es imposible para el hombre, cumplir con la Ley del Espíritu del Dios Triuno. Solo el Espíritu del Dios Triuno, puede hacer esto, solo y cuando, esté formado en un corazón. Esto es el caso de un huiós del Espíritu del Dios Triuno, porque Él Espíritu de Vida, ha llegado a someter el corazón del hombre, a Su Espíritu.
Como hombres, tenemos que declarar, en todo momento, nuestra inhabilidad de poder cumplir con la Ley del Espíritu del Dios Triuno. Como huiós tenemos que confiar que el Espíritu de Vida Divina, en nuestro Nuevo Corazón, es competente para observar no solo la Ley del Espíritu del Dios Triuno, más también los requisitos del Nuevo Pacto. El Espíritu de Cristo procesado, puede hacernos más que vencedores, cuando nuestro Nuevo Corazón está sumiso a Su Espíritu Divino.

2.      LA LEY DEL BIEN Y DEL MAL

La ley del bien y del mal, es la que aceptó Adán y Eva en el jardín del Edén, que fue hacer entrar la vanagloria en sus corazones. Es una ley mortífera, que siempre produce vanagloria, sea haciendo el bien, sea haciendo el mal. A pesar que parece bien hacer el bien, este bien, siempre produce en nosotros una cierta vanagloria, y esta produce la muerte. Si el observar el más pequeño de los mandamientos, nos produce vanagloria, esta vanagloria producirá en nosotros, una verdadera muerte espiritual.

3.      LA LEY DE VIDA DEL ESPÍRITU DEL DIOS TRIUNO

Es la única Ley que puede cumplir con los requerimientos del Espíritu del Dios Triuno. Esto es debido que esta Vida, es el mismo Espíritu de Dios procesado. Él puede perfectamente cumplirla, sin producir vanagloria. Si Él está formado en nuestros corazones, entonces nosotros cosecharemos los beneficios. Nunca tenemos que pensar que somos nosotros que originemos tal y cual acción, siempre tenemos que reconocer que la causa de todas nuestras acciones, como huiós de Dios, se originan en el Espíritu del Dios Triuno. Si algo inapropiado hacemos (bien o mal), tenemos que reconocer que en nuestro corazón, todavía alberga, una cierta vanagloria y esta tiene que ser desechada mediante la fe en la obra de Cristo.
Al ser insertados en el Cuerpo de Cristo, recibimos la Vida del Espíritu que es la más poderosa Vida que existe. Esta Vida es Divina, indestructible, eterna y perfecta, no tiene defecto alguno. Si dejamos  esta Vida obrar en nuestro Nuevo Corazón, podremos hacer morir los hábitos vanagloriosos de la vida del alma. Cada día, desde la mañana hasta la noche, podemos estar siempre llenos del Espíritu de Vida del Dios Triuno, y es cuándo tendremos el gozo de ver como Él puede derrocar todo lo bueno y malo que quiere asediarnos. A pesar que podemos todavía albergar una cierta vanagloria en nuestro corazón, como huiós de Dios, por la fe en la realidad que vivimos, Él puede tener la libertad de obrar en nuestro beneficio, y preservarnos de cada mal.
Hermanos y hermanas, el Espíritu del Dios Triuno, quiere volver ser Rey, de Su Reino perdido por el primer hombre. Él nos redimió, justificó y nos dio Vida Eterna para nuestro disfrute.
En respuesta de toda esta Gracia, su deseo principal, es que todos los que están en el Espíritu de  Cristo procesado, conozcan el propósito principal de haber sido hecho el hombre.
El hombre fue hecho, para que el reinara en el Reino de Dios. El Espíritu del Dios Triuno, quiere este Reino de vuelta, para que el hombre pueda otra vez gobernarlo.
Existe solo una manera para que todo esto se haga realidad, quien perdió el Reino, tiene que recobrarlo. Esta es la misión principal del Nuevo Hombre. Solo el Nuevo Hombre puede recuperar el Reino de Dios, de las manos de Satanás, y devolverlo al Espíritu del Dios Triuno. Es por esto motivo, que el Espíritu del Dios Triuno, no necesita niños en Cristo, Él necesita Huiós Espirituales, que hagan parte permanente del Cuerpo del Nuevo Hombre. Solo el Nuevo hombre, tendrá el poder de devolver el Reino, al Espíritu del Dios Triuno.
Hermanos y Hermanas, no es suficiente ser salvo y tener Vida Eterna, necesitamos urgentemente ser reconocidos por el Espíritu del Dios Triuno, como verdaderos huiós Espirituales del Nuevo hombre. Esto es lo que se espera el Espíritu del Dios Triuno de todos nosotros.
Hermanos y hermanas, os suplico con toda humildad y mansedumbre, para que podáis responder a la demanda del Espíritu del Dios Triuno. Él quiere regresar, pero NOSOTROS estamos retrasando su venida, debido que el Cuerpo del Nuevo Hombre, todavía no está completado, debido a la vanagloria que domina a todos los niños, en el Espíritu de Cristo procesado.

¿QUE TE PARECE Y QUE PIENSAS HACER AL RESPECTO?

ARMANDO ZANOLLA

Escazú el 31 de marzo del 2014

Revisado el 4 de abril del 2014

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