lunes, 14 de julio de 2014

INTERNATIONAL BAPTIST CHURCH in Costa Rica-EL CAMINO DEL HIJO DEL ESPÍRITU DE DIOS

YAHWEH IS SENDING 

YEHOSHUA AGAIN.

He will establish the Kingdom

 of God in this world.

ARE YOU READY???

'UNA CARTA ABIERTA'


 EL CAMINO DEL HIJO DEL ESPÍRITU DE DIOS

LECTURAS BÍBLICAS:

1 Sam. 2:7; Jn. 16:8; Sal 47:7-11; Sal.23:4-6; 2 Co. 6:1-10; Efesio 3:18-21; Job 41:10: Marcos 10:29,30; 1 Pedro 1:8;

Sal. 2:7 Yahweh empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece.
Juan, 16: 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
 9 De pecado, por cuanto no creen en mí;
 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;
 11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.

Salmo 47:7 Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
8 Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida.
 9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
 10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
 11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

R60 Psalm 43:1 Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa; Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo.
 2 Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
 3 Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; Me conducirán a tu santo monte, Y a tus moradas.
 4 Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.
 5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

Salmos 23:4-6 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
 5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
 6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Yahweh moraré por largos días.

Efesio 3:16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

Marcos 10:29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,
 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo;

R60 2 Corinthians 6:1 Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.
 2 Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.
 3 No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado;
 4 antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;
 5 en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos;
 6 en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero,
 7 en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra;
 8 por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces;
 9 como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos;
 10 como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.

1 Pedro 1:8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;

2 Cor. 3:18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

EL LIBRE ALBEDRÍO DEL HOMBRE Y LA VOLUNTAD DEL ESPÍRITU DE DIOS.

El Espíritu del Señor nunca se adelanta en entrar en un corazón de manera apresurada. El respecta el libre albedrío del hombre, sea antes de la cruz, sea después de la cruz.
Él sabe esperar a un iluminado, antes de la cruz.
Él sabe esperar a un niño en Cristo, después de la cruz.
Él sabe esperar a un huiós del Espíritu de Dios, para que este crezca y produzca él fruto y sea sobre edificado para ser conocido, como el Espíritu de Dios, lo conoció, antes de la fundación del mundo.
El Espíritu de Dios, siempre espera que la voluntad del hombre, sea igual a la suya antes de proceder.

EN LA FASE DE LA ILUMINACIÓN

Durante la fase de la iluminación, antes de la cruz, el Espíritu de Cristo procesado, solo opera mediante Su Luz Divina. El Espíritu Vivificante, ilumina la consciencia del hombre, para convencer su mente natural, de pecado, de justicia y de juicio.

Juan, 16: 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
 9 De pecado, por cuanto no creen en mí;
 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;
 11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.

1.   De pecado, porqué el hombre natural, vive separado del Espíritu del Dios Triuno, y necesita reunirse al Altísimo.

Primeramente el Espíritu de Cristo procesado, ilumina la consciencia del hombre, para que esta se haga sensible a las demandas del Espíritu de Dios. Esta normalmente se resiste, excusándose a sí misma, para convencerse que todo está bien. Esto es debido, haber vivido en contacto con el mundo toda su vida.
Bajo la Luz Divina, la consciencia puede ver su depravación, pero no tiene ningún poder para mejorar su vida natural. El iluminado, solo puede vivir por las apariencias externas, pero en su corazón, no hay la Vida del Espíritu de Cristo.
En el corazón, surgen así unos conflictos tremendos, entre lo que puede ver su consciencia iluminada por la Luz del Espíritu, y lo que ve en su corazón natural. Son tiempos de muchas lágrimas y aflicciones. El hombre quiere hacer la voluntad del Espíritu Dios Triuno, quiere cambiar con todas sus fuerzas, pero solo puede usar sus fuerzas naturales, nunca puede tener unos resultados consistentes. Siempre vuelve bajo el poder del mundo y de su poder natural. Su vanagloria lo atrae, con todo su vigor, y siempre gana.
Esta fase puede durar muchos años, y a veces dura toda una vida. A pesar que la persona puede haber escuchado el Evangelio del Espíritu de Dios, puede que realmente nunca se sienta atraído a aceptarlo, en su corazón natural.

2.      De Justicia. Debido al pecado que domina el mundo, el Espíritu del Dios Triuno tiene proveído mediante el sacrificio de Cristo, la redención y la justificación. Mediante este hecho el hombre natural, es cortado del sistema del mundo, y en el mismo momento de creer espiritualmente, es redimido y justificado. Debido a la resurrección de Cristo, el Espíritu de Dios debido a la justicia Divina, tiene el poder para impartir una nueva Vida Espiritual, insertando el hombre redimido y justificado, en el Espíritu de Vida, para que esta Vida pueda penetrar en él. Este es la Luz que provee el espíritu Vivificante, para llevar al iluminado a creer en el Hijo del Espíritu de Dios para redención y justificación, para poder insertarlo en el cuerpo de Cristo, para impartir la vida eterna.

3.      De Juicio. Debido al juicio dictado por el Espíritu del Dios Triuno, debido a la obra victoriosa de Cristo, a las potestades espirituales, el Espíritu de Dios, tiene proveído para hacer que esta Nueva Vida recibida por el nuevo hijo en Cristo, sea una realidad inmovible, por la eternidad, desde el momento de la inserción. En Juan 16:8 dice:

8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

Es así que nace una Nueva Creatura, un Nuevo Niño, en el Espíritu de Cristo procesado.

En el niño en Cristo, el Espíritu del Dios Triuno, quiere entrar en el corazón del hombre natural, para empobrecer su corazón natural lleno de vanagloria y de la sabiduría del mundo, quitando de él su vanagloria y lo que puede proveer el mundo. Cuando recibimos  Luz Divina, que es evidenciada en nuestra consciencia, lo que tenemos que hacer, es desechar mediante la fe en la obra de Cristo, la vanagloria, y lo que proviene del mundo, que ha sido puesto en evidencia, para que la Vida del Espíritu de Cristo procesado, pueda poco a poco ser formada, en el nuevo corazón. Esto creerá en nosotros un nuevo hábito de Vida en humildad y mansedumbre.
Es entonces que se desecha todo lo natural, que consiste más especificadamente la vanagloria y nuestro mundo, que ha sido iluminado.
 La fe del hombre, que consiste en la obra de la muerte conjunta de Cristo con nosotros, y del mundo, es movida por una consciencia pura, iluminada por la luz Divina, y permite que por la fe en la obra de Cristo, se deseche del corazón natural, todo lo superfluo y natural en él.  Estas es la manera que el Espíritu de Dios empobrece el corazón natural.
Es un periodo altamente dificultoso para el niño en Cristo, debido que no se trata solo de ver claramente lo que tiene que desechar, más tiene que tener el gozo de hacer que su voluntad, pueda ser sumisa y obediente a las expectativa del Espíritu del Dios Triuno.
Es el tiempo de tomar muchas decisiones, las cuales son imprescindibles, para dejar campo al Espíritu de Vida de Cristo procesado, para comenzar a poseer su corazón natural, tan pronto como algo sea desechado.
De hecho el niño en Cristo, está tan ocupado en esta tarea, que no nota ninguna progresión en él, debido, que como el Espíritu Vivificante avanza en su corazón, Su Luz inmediatamente, ilumina otro problema que hay que desechar.
Esta tarea es tan dura, principalmente porqué el niño en Cristo, solo miras a sí mismo, se siente desolado, oprimido, y muchas veces, piensa que no recibe la ayuda suficiente para hacer frente a lo que la Luz Divina le propone.
A veces las decisiones son tan drásticas que producen un cambio en su modo de vivir y esto ciertamente puede ser muy doloroso.
Solo cuando el niño en Cristo, ve que atrás de todo lo que le pasa, está la mano del Espíritu del Dios Altísimo, puede tomar resoluciones con un cierto gozo.
La tarea de tener el Espíritu de Cristo procesado, formado en el corazón de un niño en Cristo, puede durar  varias decenas de años o toda la vida o nunca. Esto depende, de cómo el niño en Cristo, acepta o no, los dictámenes del Espíritu del Señor.
Nuestro Señor Jesucristo nació sin pecado, pero tuvo el gozo de no producir ningún pecado toda su vida. Ciertamente sufrió mucho, pero con gozo, sabiendo que atrás de todo su andar, había la presencia de su Padre Celestial. Todo su corazón tuvo de pasar por innumerables pruebas de fuego, cada minuto del día, para experimentar que su fidelidad al Espíritu de Dios Padre, era genuina.
Solo cuando el Espíritu de Dios Padre, fue satisfecho de su fidelidad, lo reconoció oficialmente como Su Huiós, en la Huiothesia, en el Jordán, para comenzar su servicio público. Sabemos que pasaron 30 años, para que esto fuera una realidad para Él.
Con esto ejemplo vivo, delante de nuestros ojos, tenemos que ser muy cautelosos, antes de considerarnos como huiós del Dios Altísimo. Pero ciertamente llegará el día de nuestra huiothesia, como a los miles de millares, que forman parte del Nuevo Hombre.
Millones de millones se quedarán en el camino, serán cortados del Nuevo Hombre, y solo entrarán en el Cielo como por el fuego en calidad de invitados.

YAHWEH ENRIQUEZE

Mientras el Espíritu de Dios provee para desechar todo lo natural, es entonces que el Espíritu de Dios, puede tomar posesión del corazón natural del hombre proveyéndolo, poco a poco, de la Plenitud de Vida Espiritual de Cristo procesado.
Es el momento de la huiothesia. Con la huiothesia el Espíritu Vivificante de Dios, puede proveer ulteriores dones, gracias, poder para el servicio, y poder para practicar la Vida del Espíritu de Cristo, en él. Es el momento de la transacción desde niño en Cristo, a ser oficialmente reconocido como huiós de Dios, con todos los derechos que tiene el Nuevo Hombre. Es el momento de tener el Espíritu de Cristo procesado, formado en él.
En esto consiste el enriquecer el corazón del hombre.
Todos estos dones siempre, tienen que ser probados por el fuego. Es triste que el huiós de Dios con el tiempo, haga que su corazón, aun con Cristo formado en él, se apropie de ellos, como si fueran suyos.
El ve que puede servir con poder, ve que la Vida de Cristo procesado, está fluyendo en él, ve que recibe revelación Divina, ve que puede amar, y toda esta riqueza Espiritual, poco a poco, es su gran piedra de tropiezo.
Se enaltece,  y  su vanagloria crece, en medida que su riqueza Espiritual aumenta. En esta fase el huiós de Dios, entraprende una multitudes de servicios, una infinidad de obras, y como natural, en el más profundo de su corazón, aun con Cristo formado en él, nace una nueva vanagloria, producida por todas las obras y servicios  llevados a cabo.
Es como haber vuelto atrás, como si en su corazón todavía existe “la savia del olivo silvestre”. Pero no se trata de esto, se trata que su corazón habiendo recibido más dones, y más poder, estos han alterado el equilibrio que antes tenía produciendo una nueva vanagloria.
Cuando se produce esta altivez, el Espíritu del Señor, tiene la necesidad de hacer pasar por el fuego, al huiós de Dios

YAHWEH ABATE (El invierno espiritual)

Es cuando el Espíritu del Señor tiene que abatir otra vez la nueva vanagloria, que estaba escondida en su corazón en potencia, debido al cambio que su corazón experimentó, debido al aumento de la Gracia Divina.
El Espíritu de Dios tiene que hacer pasar por la cruz, todo lo que el Nuevo Corazón tiene recibido. Todos los dones, gracias y poder, tienen ahora que perder su poderío, y el huiós de Dios se siente de repente como sin fuerza, afligido, por darse cuenta, de que mal uso hizo de todas las Gracias recibidas. De repente se da cuenta que una nueva vanidad vive con fuerza en él y que el Espíritu del Señor no está dispuesto en aceptarla.
A pesar de tener Cristo formado en su Nuevo Corazón, el huiós del Espíritu de Dios, ve que el Espíritu de Cristo procesado, ya no puede progresar en él, y no lo puede sobreedificar.
Todos sus ministerios, todos sus resultados se dejan ver por lo que son, trapos de inmundicias y esto por el hecho de haberse apropiado de los dones que el Espíritu de Dios le había entregado. Su situación emotiva, es peor de la que antes de la cruz. El Espíritu de Dios, le dice en su consciencia, que todavía no se conoce a fondo. Estas vestiduras con que el Espíritu de Dios lo había arropado, no le dejaban ver toda su penosa realidad. Las personas que tiene alrededor, comienzan a verlo tal como verdaderamente es. Se siente tan abatido que ya casi no ora, no lee la biblia y lo que hace, lo hace porque no tiene alternativa para no hacerlo. Desearía dejarlo todo, pero no lo hace, por la vergüenza que tendría que pasar.
Se ve tan inmundo, que la más pequeña imprudencia, la más mínima falta de atención en lo que hace, la vea como algo enorme, como un pecado gigantesco. Es cuando se examina a sí mismo, y no deja al Espíritu de Dios examinarlo objetivamente. Se ve tan miserable y necio de ser un huiós de Dios. y duda si en verdad lo es. Pero ciertamente lo es. Es el Espíritu del Señor, que lo coloca en esta posición, para que aprenda que nunca, nunca, nunca, jamás tiene que apropiarse de lo que no es suyo. Sin disfrutes de los dones, se siente desnudo, y pierde totalmente toda confianza en sí mismo. Se siente frio, malagradecido. Si ve a otro huiós de Dios con poder y dones, esto hace que su dolor aumente, se siente profundamente humillado por alguien, que un tiempo, pensaba inferior a él.
Todas las personas comentan de él:
“¿Y esta es la persona que todos admiraban como un modelo para seguir?
¡Mirarlo ahora de donde ha caído!
Se siente totalmente despojado, y así su Espíritu, se vuelve poco a poco ser totalmente desnudo. Las aguas se volcán sobre él, y queda así sumergido en su desesperación, por ver la meta que tanto quería, como inalcanzable. Su fe mengua, y duda que el Espíritu del Dios Triuno, tenga hecha todas las cosas nuevas en él. No ve esto en él. Esta experiencia es verdaderamente pasar por unas aguas muy profundas, como dice en Salmos 47:7:

Sal. 47:7 Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

Y de repente se recuerda como sigue en el Salmo y ve como de su mejilla salen unas copiosas lágrimas de esperanza, y así suplica al Altísimo, que ya no puede avanzar ni un solo paso, sin poder ver Su Vida, viva en Él.

8 Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida.
 9 Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
 10 Como quien hiere mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
 11 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

Y más…

R60 Psalm 43:1 Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa; Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo.
 2 Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
 3 Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; Me conducirán a tu santo monte, Y a tus moradas.
 4 Entraré al altar de Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.
 5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

Así se calla, todo lo soporta, y sigue esperando en el Espíritu de Dios, aún si ninguna fuerza. Es cuando aprende la lección espiritual más importante, que experimenta en su sangre, es que nada es suyo, y que el Espíritu del Señor lo puede quitar en un instante. Y se ve totalmente desnudo, y totalmente incapaz de hacer algo que tenga un valor espiritual, y clama a gritos desesperados el Salmo 23.4-6:

4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
 5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
 6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Yahweh moraré por largos días.

Cada vez que el Espíritu del Señor imparte una nueva Gracia, esta tiene que ser puesta inmediatamente bajo el fuego, para ser probada, para evitar que el huiós se la apropie como suya. Al no hacer esto, el huiós de Dios, inevitablemente se enaltecería e inmediatamente caería de la altura en que el Espíritu de Dios lo había colocado, obligando al Espíritu de Dios a quitarle, a veces, todos los Dones y Gracias, que le había impartidos mediante la huiothesia. 

YAHWEH ENALTECE

Esto es el momento en que, el huiós de Dios, experimenta el comienzo, de una nueva y verdadera Vida, debido que el Espíritu de Cristo procesado, quiere sobre edificacar en él.
A partir del fundamento, que es el de la Vida formada, del Espíritu de Cristo en él, esta Vida, es una Vida de continuo ascenso, que le hace conocer y experimentar las grandezas y profundidades de la Vida del Espíritu de Cristo procesado en él, como lo describe el Apóstol Pablo:

16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

Es cuando el Espíritu del Señor, imparte nuevas fuerzas, restableciendo ciertos Dones Espirituales, e impartiendo unos nuevos. El huiós de esta manera, viendo como el Espíritu del Señor, es con él, tan misericordioso, y bondadoso, se hunde todavía más en la aflicción, debido a la vergüenza que experimenta delante el Espíritu del Señor, viéndose indigno de tanto honor. Estos sentimientos surgen otra vez debido que el Huiós de Dios tiene quitado por un momento, sus ojos, del Espíritu de Cristo, y los enfocó el él.
Como el Espíritu del Dios Triuno, le da la oportunidad de volver a la normalidad y por la fe ver solo al Espíritu de Cristo obrando poderosamente en él, se puede recuperar, y volver a la obra con aún más poder y fuerza que antes. Ya ha dejado atrás el obrar para su satisfacción personal y una nueva fuerza prende posesión de su corazón. Es la profundidad de una consciencia iluminada profundamente de la Luz del Espíritu Vivificante de Dios que le imparte un vigor que antes nunca habías sospechado en él. Es un nuevo poder, que brota por haber experimentado en su carne, una muerte profunda. Es esta muerte, la que le produce este nuevo poder. Los que piensan de estar en este nivel, pero no experimentan este poder ilimitado, todavía no se encuentran disfrutando plenamente de la Vida del Espíritu Vivificante de Cristo procesado. Cuando lo experimentan, todo le es multiplicado por cien, como dice en Marcos 10:29,30;

29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,
 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo;

 Es así que un huiós del Espíritu de Dios,  aprende, que nunca más tiene que apoderarse de los dones que el Espíritu del Señor imparte, y nunca más puede poner confianza en unas fuerzas que no son suyas.
Estos dones no nos pertenecen, los podemos usar, pero pertenecen al Altísimo y sin ellos somos nada. Es cuando que se puede decir como Pablo: “Soy rico con los dones recibidos del Altísimo, pero me siento como no teniendo nada, más poseyéndolo todo.”

R60 2 Corinthians 6:1 Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.
 2 Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.
 3 No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado;
 4 antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;
 5 en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos;
 6 en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero,
 7 en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra;
 8 por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces;
 9 como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos;
 10 como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.

Es cuando el huiós del Espíritu de Dios, deja una vez por siempre de obrar para su satisfacción personal, satisfaciendo su vanagloria, debido a la tremenda lección Espiritual que el Espíritu de Dios tiene obrado en él.
Realiza que los dones recibidos no son suyos, las obras no son suyas, los ministerios no son suyos y aprende a dejar al Espíritu de Dios proveer por su seguimiento. Tendrá que dejar unos y comenzar otros. El huiós solo puede ver el Espíritu de Cristo procesado en él, como el autor de todo lo que él hace.
Él sabe que no posea nada, y ya no necesita nada que sea del mundo, pero posee la cosa más preciosa que existe, la Vida del Espíritu de Cristo procesado obrando poderosamente en él. Todo lo que es parte de la creación, ha sido perdido, para ganar a la Vida del Espíritu de Dios en él.
Ya él no vive y no trabaja por este mundo, ni por él, debido que puede ver que no es de este mundo, y él pertenece al Espíritu del Dios Triuno, y así deja toda su Vida y toda su obra en las manos del Espíritu de Vida de Cristo procesado.
Todo lo tiene de regreso multiplicado, no para que sea suyo, más del Espíritu del Señor, para que Él lo pueda usar para su Gloria. Ya no se preocupa que la obra del Espíritu del Señor tenga que florecer o tenga que estancarse, porque él ha puesto toda obra en las manos que tienen la máxima sabiduría y habilidad. La única cosa que le preocupa, es poder seguir viviendo en el Espíritu de la Vida de Cristo procesado, porque sabe que si esto es el caso, el Espíritu de Dios, siempre proveerá que su voluntad se cumpla en sus huiós.
Estos huiós ya no codician grandes obras, para su satisfacción, sino que están contentos de estar dentro de la voluntad del Espíritu de Dios. De hecho el Señor no necesita mucho más que esto, debido que estando en la voluntad del Espíritu de Señor, es más que suficiente para que estos Huiós Gloriosos, un día, podrán servir cara a cara al Espíritu del Dios Triuno  por toda la eternidad, como parte gloriosa de la Nueva Jerusalén, y de la Esposa del Cordero.
Esto despierta en él una alegría y un gozo inefable, como nos comenta el Apóstol Pedro en 1:8:

8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;

Ahora su tesoro más precioso, es el Espíritu de la Vida de Cristo procesado en él, de donde puede beber directamente de la Fuente del Agua de la Vida, y puede respirar de Su Aire Espiritual como está respirando del aire que lo rodea. No se preocupa de cómo lo va hacer, solamente lo hace, como la cosa más simple de este mundo.
Como niño en Cristo, o como huiós inexperto, siempre necesitaba del Espíritu Vivificante, que su luz resplandera primero, para poder conocer algo de Dios. Ahora el Glorioso Huiós de Dios, ha sido sobreedificado, está tan sumergido en la Luz y la Vida del Espíritu del Dios Triuno, que de Él, extrae toda la Revelación y Conocimiento  Espiritual, de una forma natural, como el mismo respirar.
No necesita leer la escritura, para que esta le haga ver la Luz. Él tiene en Él esta Luz, y se impresiona al ver las cosas que dice, o que escribe. Se forman naturalmente en su mente, y se le salen espontáneamente, de su boca.
Anda cuando tiene que andar, y para cuando tiene que parar. Ya no necesita pensarlo, lo ve y sencillamente lo hace. Él se siente libre para hacer toda obra, o para no hacer nada. Él se puede adaptar a cualquier sea circunstancia.
Debido que el Glorioso Huiós del Espíritu de Dios, vive en el mundo, está sujeto de ser herido por el mundo. Debido a estas heridas, el Glorioso huiós del Espíritu Dios, ahora, sufre profundamente, al ver tanta vanagloria a su alrededor. Pero ya no se pone triste y ni siente amargura en él, porqué el  posee un corazón inmutable, el del Espíritu de Cristo procesado.
A pesar que puede sufrir por algunos eventos, sabe que estos son permitidos por el Espíritu de Dios, para probar a sus huiós. El huiós en esta situación ya no puede ser triste o afligido, más siempre experimenta un gozo de saber cómo el Espíritu de Dios Triuno, obra en él, debido a una relación estrechísima.
Solo si el Glorioso Huiós del Espíritu de Dios, es poseído por el Espíritu del Dios Triuno, puede experimentar esta situación. Decimos esto en parte, debido que el Espíritu obra siempre en parte. Cuando termina una, empieza otra, y así sin fin. Como dice en 2 Co. 3:18:

18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

Muchos huiós piensan que han renunciado al mundo. Es cuando el Espíritu los ilumina en esto aspecto en particular y le hace ver su triste realidad.
La renuncia total, no retiene a nada. Y es así, bajo la Luz del Espíritu Vivificante, que el Huiós en esta fase, se da cuenta de lo lejos que está de esta meta. Se resiste en meterse totalmente en las manos del Espíritu Todopoderoso del Dios Triuno, sin hacer ninguna resistencia.
Es cuando puede ver que tiene miedo de perderse a sí mismo, en Él. Tiene excusas, pensando que a su nivel, esto ya no es necesario. Vivir por la sola fe por su sustento, y en todas sus obras, solo lo puede hace un insensato.
Una persona que tiene una mente brillante, puede decidir el camino más apropiado. Ya tiene una posición y un seguro sustento. No tiene que pasar por todo esto.
¿No estoy yo sumergido en la Luz y la Vida del Espíritu de Cristo? Por tanto puedo tomar decisiones, debido que mi mente ya ha sido renovada.
¿No tengo la prerrogativa de hacer o de no hacer?
Como pueden ser ciegas ciertos huiós.
Cuan necios podemos ser. Pero a menos que no decidamos de perdernos en el Espíritu de Cristo procesado, ciertamente nos quedaremos estancados. No solo nosotros, no avanzaremos más, también todas las obras que pensamos que son del Espíritu del Señor.
Este camino es tan poco usado, por el simple motivo, que lo que han llegado tan lejos, se sienten tan sabios y prudente en sí mismos, que no necesitan andar en este mundo dependiendo del poder de la sola fe, en el Espíritu del Dios Triuno.
El huiós que es sobreedificado y está dando futo verdadero ya no argumenta con el Espíritu del Dios verdadero, porque se ha rendido totalmente a él. Pero sigue teniendo este peligro, por todo el resto de su vida, el de no querer perderse el Espíritu del Dios Triuno.

¿QUÉ TE PARECE, Y QUE PIENSA HACER AL RESPECTO?

Armando Zanolla

Berlín el 23 de febrero del 2014
Revisión el 7 de marzo del 2014
Revisión el 1 de abril del 20214
Revisado el 14 de julio del 2014








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