domingo, 18 de mayo de 2014

INTERNATIONAL BAPTIST CHURCH in Costa Rica - LA EXPERIENCIA DE LA VIDA DEL DIOS TRIUNO

YAHWEH IS SENDING 

YEHOSHUA AGAIN.

He will establish the Kingdom

 of God in this world.

ARE YOU READY???

'UNA CARTA ABIERTA'

LA EXPERIENCIA DE LA VIDA DEL DIOS TRIUNO

LECTURAS BÍBLICAS

Fil. 2:12-16; Ro. 8:9-11; 13, 26; Jer. 17:9; 13:23; Jn. 3:3-6, 16:8; 1:12-13; 2 Co. 15:17; 1 Co. 6:17; Ap. 20:4,6; Ap. 21:12-14; Ro. 8:19-22; Isaias 11:6-9; Ap. 21:3,24-26; 22:2;

DECLARACIÓN

El Espíritu de Cristo procesado, es la corporificación del Espíritu del Unigénito Hijo de Dios.
El Espíritu Santo es también, la corporificación en el Espíritu de Cristo procesado.
El Espíritu de Dios Padre, está también, en el Espíritu de Cristo procesado como Su Vida.  
Los creyentes experimentan al Espíritu de Dios Padre, el Espíritu del Unigénito hijo de Dios, en el Espíritu de Cristo procesado que conocemos como el Espíritu Santo el cual, procede del Espíritu del Padre. 
El Espíritu  de Vida de Cristo procesado, que proviene del Espíritu del Padre,  causa que experimentemos al Espíritu de Cristo procesado que mora en nosotros, y también hace que experimentemos el poder de resurrección del Espíritu de Dios Padre, en Cristo como dice Pablo en Ro. 8:9-11.

9 Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
 10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia.
 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

El Espíritu de Vida de Cristo procesado, nos guía a hacer morir las obras  del cuerpo natural, y  este es el  Espíritu Santo, quien mora en nosotros, como dice Pablo en Ro. 8:13, 26.

13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son Huiós de Dios.
 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de filiación, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos Huiós de Dios.

Todas nuestras experiencias de Vida, sean profundas o superficiales, son producidas por el Espíritu del Dios Triuno. Nuestra Vida espiritual y experimental, es la Vida del Dios Triuno. Es una Vida donde el Espíritu Divino y el hombre se comparten juntamente y mutuamente.
Cuando presentamos nuestras experiencias al Espíritu del Dios Triuno, estas reciben la Luz de Su Espíritu, y esta Luz hace posible por medio de la intuición Espiritual, que entendemos en nuestra conciencia, en que consiste la vanagloria en las circunstancias en que estamos viviendo.
El Espíritu nos hace entender, por medio de la fe, que Jesús, no solo murió por estas circunstancias, mediante su sangre, mas también mediante una cruz vacía, símbolo del poder de su resurrección.
La fe que tenemos recibido, hace posible, que podamos ver nuestras circunstancias crucificadas en la cruz, para que podamos sentirnos librados, y poder vivir Su Vida Divina en abundancia.
Estas experiencias de Vida, son las experiencias de la Vida Espiritual del Dios Triuno en nosotros, y responde a Su obrar como nos dice Pablo en Fil. Fil. 2:13-16.

13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
 14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
 15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
 16 asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.

Experimentar el Espíritu de Cristo procesado, es permitirle que Él pueda ser nuestra Vida, en nuestras experiencias, y así poder vivir en Él y por Él y para Él. Cuando nuestra Vida diaria, nuestras circunstancias, nuestro mundo, es vivido totalmente por el Espíritu de Cristo procesado, es entonces que podemos decir que, el Espíritu de Cristo procesado, está formado en nosotros.

NUESTRA PRIMERA EXPERIENCIA ESPIRITUAL, EL MOMENTO DE LA REGENERACIÓN DEL ESPÍRITU.

El espíritu del hombre y el Espíritu del Dios Triuno, son del mismo género, y de la misma especie o sustancia. El espíritu del hombre ha sido engendrado por el Espíritu Divino, pero en este momento no era el Espíritu increado del Espíritu del Dios Triuno.
Esto no quita que el espíritu del hombre, es totalmente compatible con el Espíritu del Dios Triuno y que se pueden fundir en un instante cuando estos se unen. Cuando Adán cayó, siguiendo el conocimiento de la Ley del bien y del mal, se encontró sujeto a esta Ley, que lo separaba del Espíritu del Dios Triuno. Como dice Pablo en Ro. 7:18-23.

18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

El Espíritu del Dios Triuno, no había hecho el hombre, para que este fuera sujeto a esta Ley, más bien, para que fuera sujeto a la Ley de la Vida Divina. Debido que nuestra vida natural Adámica, la cual pertenece al mundo, y a Satanás, no puede ser cambiada, necesita ser regenerada ósea, morir y nacer de nuevo.

Encontramos que la primera razón, para ser regenerado, se funda en la absoluta verdad espiritual, que el hombre natural, no puede mejorar su vida natural, viviendo apartado del Espíritu del Dios Triuno; el necesita ser regenerado, necesita recibir el Espíritu increado de Dios.

Existe por lo menos, una segunda razón, para necesitar ser regenerado. Aun el hombre no hubiese escogido seguir la Ley del bien y del mal, él no tenía en él la Vida Increada del Dios Triuno. Tener la Vida del Espíritu del Dios Triuno, es tener Su misma Vida Increada, la que conocemos como Vida Eterna. El propósito de Dios, cuando creó el hombre, era que este pudiera tener Su Vida Increada, para poder ser Su imagen fidedigna. Adán no la tenía, y era necesario que la tuviera, igual que nosotros, si queremos hacer parte permanente de la familia de Dios como Huiós del Espíritu de Dios.

Es debido a estas razones, que todo hombre, necesita ser regenerado, sea bueno o malo, para que pueda recibir la Vida Increada de nuestro Padre Celestial.

Ser regenerado significa nacer de nuevo directamente del Espíritu del Dios Triuno. Como dice el Apóstol Juan en Jn. 3:3-7.

3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

Cuando el hombre nace en este mundo, su espíritu está muerto. Cuando creemos en la obra de la Deidad a nosotros favor, el Espíritu increado del Dios Triuno, ocupa la totalidad de nuestro espíritu, el cual se vivifica.
En esto consiste la primera experiencia espiritual que tiene un creyente. Ser regenerados, es nacer de nuevo espiritualmente. Es ser insertado espiritualmente, en el Espíritu de Cristo procesado. Es recibir el Espíritu Increado del Espíritu del Dios Triuno. El Apóstol Juan nos explica  en Jn. 1:12-13.

12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos Teknion de Dios;
 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

El versículo 12 dice: ‘los que creen en su nombre’. El hombre cuando escucha el evangelio, su conciencia es iluminada entonces, el hombre natural, es convencido en su mente, de pecado, de justicia y de juicio, como nos dice el Apóstol Juan en Jn. 16:7-8.

7 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré.
 8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

Cuando el hombre natural se da cuenta, que su estado, está separado de Dios,  y está dispuesto a reconciliarse, entonces el Espíritu del Dios Triuno, le hace ver que el Señor Jesús es su Salvador, y que El murió en la cruz y derramó Su sangre para perdón de sus pecados. En ese momento, cree espontáneamente en el Señor y le recibe como su Salvador. Una vez que el hombre recibe al Señor como su Salvador, el Espíritu de Dios Triuno, entra en su espíritu y le infunde la Vida del Dios Triuno en él, regenerándolo.
Desde la perspectiva de Espíritu del Dios Triuno, nuestro espíritu es regenerado en el momento que recibimos Su Vida, que es el momento de nacer de nuevo.
Desde la perspectiva humana, nuestro espíritu es regenerado  en el momento que creemos y aceptamos al Señor como nuestro Salvador.

Los aspectos más importantes de la regeneración son:

1.  La regeneración hace que los hombres sean hechos hijos legítimos naturales de Dios y los introduce en una nueva relación viva con Dios. Como nos dice el Apóstol Juan en Jn 1:12, 13.

12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos Teknion de Dios;
 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Aquí en ‘hijos’, el Apóstol usa la palabra ‘Teknión’ que enfatiza más bien una relación. No explica en que consiste esta relación inicial. Pablo nos explica que en esta fase naciente de nuestra relación, somos como niños en Cristo. Niños que necesitas tener El Espíritu de Cristo procesado formados en ellos. En Gálatas el Apóstol Pablo nos dice en 4: 19

19 Teknion míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,

2.   La regeneración hace que los hombres lleguen a ser una nueva creación. Esta nueva creación contiene la Vida del Espíritu del Dios Triuno. En la vieja creación, no se halla el elemento Divino. Pero en el momento de la regeneración los creyentes reciben en su espíritu, el Espíritu del Dios Triuno. La regeneración nos trae la Vida del Dios Triuno, como nos dice el Apóstol Pablo en 2 Co. 5:17.

17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;    he aquí todas son hechas nuevas.

En este momento el hombre tiene en su parte espiritual el Espíritu del Dios Triuno. El resto de su ser sigue manifestándose como un hombre natural.

3.   En la regeneración el espíritu del hombre, se une al Espíritu del Dios Triuno, y ambos en el espíritu, llegan a ser uno. Como nos dice el Apóstol Pablo en 1 Co. 6:17.

17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.

Esta es la primera experiencia espiritual, que tiene un creyente en Cristo. Un niño en Cristo, tiene un tremendo potencial para el Espíritu de Dios Padre. El perdió primeramente su Reino en la rebelión de Satanás. El universo lleno de vida, quedó desolado, vacío y las tinieblas estaban sobre la faz de la tierra. Desde allí comenzó el plan de rescate del Espíritu del Dios Triuno para recuperar Su Reino. Regeneró la tierra, y puso en ella el primer hombre, con el fin que este, pudiera derrocar a Satanás y recobrar el Reino perdido. Pero el hombre fue derrocado y necesitó de un Salvador para ir adelante con el plan de rescate del Espíritu del Dios Triuno.
El Hijo Unigénito del Espíritu del Padre se encarnó para hacer posible, que este plan, al fin, tuviera éxito. Y así fue. Cristo después de su muerte en la cruz, su sepultura, su resurrección y ascensión, llegó a ser el Espíritu de Cristo procesado como cabeza de un Nuevo Hombre. Una vez completado el cuerpo de este Nuevo Hombre, este, estará en condiciones para arrebatar el Reino de Dios a Satanás.
Este Reino comenzará con la venida del Espíritu de Cristo procesado, juntamente con todos Sus Santos, y terminará en el final del milenio, como nos dice el Apóstol Juan en Ap. 20:4,6;

4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
 5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Ésta es la primera resurrección.
 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.

En el milenio, los Santos de Israel, y del Antiguo Testamento, serán sus Sacerdotes en la tierra, en Jerusalén, como dice Zacarías en 8: 20-23;

0 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aún vendrán pueblos, y habitantes de muchas ciudades;
 21 y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré.
 22 Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová.
 23 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.

Los Huiós del Dios Altísimo, sus Vencedores, serán Sacerdote Santos en el cielo los cuales ministrarán al Dios Altísimo cara a cara. En el milenio, Jerusalén estarás habitada únicamente por los Santos de Israel y del Antiguo Testamento y el Espíritu de Cristo procesado.

Estos reinaran sobre las naciones juntamente con el Espíritu de Cristo procesado. Esto servicio será un hermoso privilegio para todos ellos.  
Aunque la dispensación del Reino es la dispensación de la restauración, esta ocurrirá totalmente al final de los mil años y al ser quemada la vieja creación veremos el comenzó del Cielo Nuevo y la Tierra Nueva, como nos dice el Apóstol Pedro en 2 P. 3:10-13;

10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
 11 Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,
 12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
 13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.

En seguida de esta restauración, descenderá del Cielo la Nueva Jerusalén, la Jerusalén Celestial, la cual representa el Lugar Santísimo, para ser la expresión eterna del Espíritu del Dios Triuno. Los Huiós del Dios Altísimo, se unirán en la Nueva Jerusalén con los Santos de Israel y del Antiguo Testamento y El Espíritu de Cristo procesado, ellos serán Su morada, para que puedan ser Su complemento idóneo.
En los Cielos Nuevos y Tierra Nueva, tendremos los Santos de todos los tiempos y las naciones, cuyos miembros no habrán sido regenerados en todo su ser, serán los niños en Cristo los cuales vivirán en los Cielos Nuevos y Tierra Nueva como pueblo de Dios pero fuera de la Nueva Jerusalén. Como nos dice Ap. 21:3,24-26; 22:2;

3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.

 Toda la creación será entonces regenerada, y florecerá llena de Vida y de la belleza del Espíritu del Dios Triuno. Como nos dice Isaías 11:6-9;

 6 Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.
 7 La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja.
 8 Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.
 9 No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.

El Espíritu del Cristo procesado librará toda la creación del elemento venenoso de Satanás, y hará posible un cambio en su creación no solo externo, sino también interno como nos dice Pablo en Ro. 8:19-21;

19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
 20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;
 21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

Cada planeta en el universo volverá a tener la Vida y la Luz Divina, para su sustento.
Para que todo esto se cumpla, el Nuevo Hombre tiene que ser completado y solo puede ser completado por los Vencedores, por los niños en el Espíritu de Cristo, que han llegado a ser los verdaderos Huiós del Espíritu del Dios Triuno, teniendo Cristo formado en ellos.
Dios no necesita niños en el Espíritu de Cristo, para terminar el Nuevo Hombre, necesita Huiós, donde el Espíritu de Cristo procesado sea en ellos formado. El solo obstáculo para terminar este proceso, es nuestra vanagloria, que es el origen del pecado. Cuando esta sea desechada, mediante la fe, en lo que representa la cruz de Cristo, ser Huiós, será una realidad y un privilegio. Solo los Huiós pueden hacen parte del Nuevo Hombre. Todos ellos harán parte juntamente con los Santos de Israel y del Antiguo Testamento, de la Nueva Jerusalén como nos dice el Apóstol Juan, en Ap. 21:12-14;

12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los huiós de Israel;
 13 al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.
 14 Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Tú y yo, tenemos este legado, de llegar a ser Huiós del Dios Altísimo. No se trata de ser salvo, y no se trata de tener Vida Eterna. Se trata de poder terminar el Nuevo Hombre, para recobrar el Reino perdido del Espíritu del Dios Triuno. El Reino no se limita a la tierra más se refiere a toda la creación. A fin, que toda la creación, sea así regenerada, en su estado original, por la gloria del Espíritu del Dios Triuno.


¿QUE TE PARECE Y QUE VAS HACER AL RESPECTO?

Armando Zanolla

Berlín el 13 de mayo del 2014

Revisión el 14 de lyar del 5774 








0 comentarios:

Publicar un comentario